A las 8.10 de la mañana del martes 4 de noviembre llegó al viejo edificio del Ministerio de Relaciones Exteriores la ministra de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, maestra Ligia Amada Melo, y se dirigió directamente al Despacho del Canciller, arquitecto Andrés Navarro García, quien la esperaba.
Aunque lo tratado en la reunión se ha mantenido en la más estricta confidencia, se sabe que desde el Ministerio de Exteriores urgía consultar al Ministerio de Educación Superior sobre la Escuela Diplomática, que debido a que fue incorporada como una academia de estudios superiores debe regirse por las normas que deben de seguir y respetar todas las universidades e institutos similares.
Las fuentes de Acento.com.do en Cancillería aseguran que esta reunión, que no será la primera entre ambos ministros, y a la cual se le dará el debido seguimiento, muy pronto dará sus frutos en el rescate, saneamiento y organización de la Escuela de Educación Superior en Formación Diplomática y Consular Dr. Eduardo Latorre Rodríguez.
La escuela y la Comisión Nacional de Negociaciones Comerciales, que dirige el viceministro César Dargam, son los refugios en que se han concentrado los funcionarios altos y medios que habían sido favorecidos por la pasada gestión en Cancillería, y con ellos se han llevado, incluso, a empleados de la escala salarial más baja, como una especie de “protección” para evitar que los cancelen.
Tan seguros y envalentonados se sienten, que sotto voce comentan que el Canciller Navarro quiere ser “más boschista que Juan Bosch”, y que como el gobierno del presidente Bosch, su gestión en el MIREX será “sietemesina”
Los reformistas comenzaron a migrar hacia ambas dependencias cuando observaron que los cambios en el MIREX eran inminentes, ante los informes que recibía el presidente Danilo Medina sobre la situación de desorden, corrupción y escándalos internacionales, que dañaban la imagen de la República Dominicana y de su gobierno.
La discrecionalidad y autonomía con que se ha venido manejando la Comisión Nacional de Negociaciones Comerciales (CNNC) es contraria a la finalidad de su creación y al organigrama del MIREX.
En el decreto 74-97 del 10 de febrero del 1997, mediante el cual el Poder Ejecutivo creó la Comisión (CNNC), establece con claridad:
“es un organismo interministerial presidido por el Secretario de Estado de Relaciones Exteriores…con el objetivo de coordinar la política comercial dominicana y encabezar todas las negociaciones comerciales del país en el marco de un proceso de apertura externa de la economía”.
Contraloría revisa los contratos
Uno de los embrollos más complicados que encontró la actual gestión del Ministerio de Relaciones Exteriores, encabezada por el ministro Andrés Navarro, es el de los contratos por trabajos y servicios otorgados por la Comisión Nacional de Negociaciones Comerciales, que dirige el viceministro César Dargam, dirigente del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), que de ser un político de bajo perfil ha pasado en los últimos meses a uno de los más activos en los esfuerzos de los cuadros del balaguerismo por reconstruir al viejo partido conservador, una especie del GOP estadounidense.
El reformismo creció fundamentalmente sobre el clientelismo, el rentismo y el fomento del grupismo interno. En consecuencia, ningún auténtico reformista podría ejercer una función pública de cierta relevancia sin asirse esas prácticas de la politiquería y aprovecharlas para su proyección personal generándose lealtades políticas.
Debido a que desde antes del cambio de autoridades en Cancillería el presidente Danilo Medina le dio al Contralor General de la República, Rafael A. Germosén Andújar, la encomienda de supervisar todo lo relativo al uso del dinero en ese importante ministerio, muchos de los contratos que provenían de los últimos meses de la gestión pasada fueron revisados. Unos fueron eliminados y otros autorizados de nuevo bajo la supervisión del Contralor General.
Entre los contratos hallados por la Contraloría en su inspección algunos comprometen montos de dinero relativamente bajos, pero hay otros de sumas importantes, lo que constituye un dolor de cabeza para el Ministerio de Relaciones Exteriores (MIREX), en el entendido de que la actual gestión del Canciller Navarro quiere continuar la labor de saneamiento y frenar el derroche de recursos. Esta meta es especialmente importante para Cancillería respecto a la Comisión Nacional de Negociaciones Comerciales, que dirige el viceministro César Dargam, porque esa dependencia ha recibido recursos de la cooperación internacional, tanto de organismos como de gobiernos, como es el caso de Taiwán.
Para retomar el control de la Escuela Diplomática y de la Comisión existe un escollo político de por medio, los reformistas consideran a estas dos dependencias como sus más preciados reductos de poder, sus feudos heredados de la pasada gestión, y llevan a cabo todo género de cabildeo, presión, chantaje y serruchadera de palo contra el Canciller Navarro y sus colaboradores de mayor confianza.
Si se revisan las declaraciones de los dirigentes del PRSC sobre temas de política exterior, se notará su sintonía con los sectores más conservadores aliados al Gobierno que desprecian la gestión del Canciller Navarro, a quien recriminan su supuesta lealtad hacia el Ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo, el funcionario blanco de las peores calumnias y odios de la extrema derecha.
Tan seguros y envalentonados se sienten algunos de los viejos funcionarios reformistas, que sotto voce comentan que el Canciller Navarro quiere ser “más boschista que Juan Bosch”, y que como el gobierno del presidente Bosch, su gestión en el MIREX será “sietemesina”.
A continuación algunos ejemplos de los contratos, luego de la revisión que hizo la Contraloría General de la República:
El ciudadano José María Hernández Núñez fue contratado como “asesor de estrategia de política comercial”, por un monto de 1 millón 200 mil pesos. Este contrato tiene vigencia del 2 de febrero de 2014 al 2 de febrero de 2015, y establece que el pago se hará en partes mensuales de RD$100 mil cada una.
Asimismo, el ciudadano Luis Mauricio Bogaert Ciaccio, fue contratado como “auxiliar de contabilidad”, por un monto de RD$276 mil, para ser cobrados en partes de RD$23 mensuales. Este contrato también le garantiza recibir el salario extra navideño o sueldo 13.
También está el ciudadano Anthony Vantroi Estévez Rodríguez, que fue contratado como “auxiliar en el área financiera”, por un monto de RD$456 mil, pagados en partes de RD$38 mil mensuales, más el salario navideño. Este contrato tiene vigencia del 1 de agosto de 2013 al 1 de agosto de 2014, lo que significa que concluyó.
En los casos en que los contratos no pudieran justificarse, tanto por los altos montos de dinero que conllevaban como por la inutilidad del servicio que se suponía que prestaría el beneficiario del contrato, se optó por cancelarlos.
Pero las cancelaciones de contratos se han hecho buscándole una especie de “bajadero político”, permitiéndoles a los beneficiarios que escribieran una solicitud “voluntaria” para poner fin al convenio con la Comisión.
Las comunicaciones han sido dirigidas al Viceministro Dargam, al Departamento de Recursos Humanos y a la Contraloría General de la República.
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