San Juan, 13 ene (EFE).- El presidente de República Dominicana, Danilo Medina, llegó hoy a Puerto Rico con el propósito de elevar el rango de las relaciones entre ambos territorios caribeños, con especial énfasis en las áreas de economía y seguridad.
"No sentimos que estemos llegando a tierras extranjeras", dijo Medina nada más aterrizar en el aeropuerto de San Juan en un mensaje público en el que destacó la "estrecha relación" que existe entre Puerto Rico y República Dominicana.
A pie de pista y después de escuchar los himnos de ambos territorios, Medina afirmó que "las luchas de ambos pueblos han sido similares" y recordó la figura del intelectual boricua Eugenio María de Hostos, "el reformador de la enseñanza de las Américas (…) y el único extranjero cuyos restos descansan en el panteón de los inmortales" dominicano.
Igualmente recordó las figuras de Luis Muñoz Marín y Juan Bosch, fundadores respectivamente de los partidos que ahora gobiernan en Puerto Rico y República Dominicana y que "fueron grandes amigos y grandes luchadores por la democracia y el desarrollo de ambos pueblos".
"Dos países tan cercanos no pueden estar tan distantes", dijo Medina para justificar el inicio de "unas nuevas relaciones" que se materializarán hoy con la firma de nueve acuerdos bilaterales.
El gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, acompañado de su esposa, recibió a Medina y a su mujer a pie de pista y agradeció el amplio despliegue de la comitiva oficial que les acompaña, la mayor que jamás ha recibido la isla caribeña.
El Gobierno boricua pretende convertir a República Dominicana en socio preferencial en sus planes por expandir las relaciones comerciales por el Caribe y América Latina, mientras que Santo Domingo considera al Estado Libre Asociado la puerta de entrada a EE.UU.
La agenda de Medina, que regresará hoy mismo a su país, incluye formalizar los acuerdos alcanzados tras meses de trabajo por equipos de ambos territorios en áreas de desarrollo económico, seguridad, educación y medio ambiente, entre otros.
El presidente dominicano llega acompañado por doce ministros, la delegación gubernamental de República Dominicana y de cualquier otro país más importante que jamás ha visitado San Juan, según las autoridades locales.
Medina fue recibido también por el secretario de Estado, David Bernier; el presidente del Senado, Eduardo Bhatia; el presidente de la Cámara de Representantes, Jaime Perelló, y el alcalde de Carolina -localidad donde se ubica el aeropuerto-, José Aponte de la Torre.
La agenda que trae Medina a San Juan tiene como referencia el ámbito económico, prioridad para ambos gobiernos, en especial para el puertorriqueño, que trata de buscar cauces que conduzcan a la recuperación de una economía estancada desde hace cerca de ocho años.
El Ejecutivo puertorriqueño quiere mantener la tendencia de 2014, ejercicio en el que la balanza comercial fue favorable a San Juan en 247 millones de dólares, después de tres años con el saldo favorable a República Dominicana.
Puerto Rico exportó en 2014 a República Dominicana por valor de 821.298 millones de dólares, mientras que compró a ese país por 573.710 millones.
Otro ámbito importante para ambas partes es el de la seguridad, dado que ambos territorios son utilizados por las mafias del narcotráfico en la ruta de la cocaína hacia EE.UU.
Las relaciones entre ambos están condicionadas además por la numerosa colonia dominicana que reside en Puerto Rico, que algunos llegan a situar en cerca de 400.000 personas y que tiene ya un peso electoral importante, puesto que 68.000 dominicanos viven en la isla y cuentan con ciudadanía estadounidense, lo que les permite votar en los comicios locales.
García Padilla ha tomado durante su mandato medidas en favor de este colectivo, como permitir a los extranjeros sin permiso de residencia regularizado solicitar una licencia de conducción provisional que les permite además abrir cuentas bancarias, pagar contribuciones y depositar dinero en efectivo en entidades financieras.
Además, se estableció que el Departamento de Educación debe garantizar el acceso público a todas las personas, con independencia del estatus migratorio de sus padres. EFE