Santo Domingo, 2 mar (EFE/Carmen Jiménez).- El escándalo de corrupción del caso Odebrecht provocó un gran desgaste en el segundo año de gestión de su segundo mandato del presidente dominicano, Danilo Medina, por lo que busca refrescar la imagen de su gobierno con el anuncio de proyectos de infraestructura y en áreas sociales.

En su discurso de rendición de cuentas esta semana, Medina exhibió como un gran logro el crecimiento y la estabilidad macroeconómica alcanzada en República Dominicana, donde la economía creció el 4,6% en 2017 y se espera un aumento superior al 5% para este año.

Pero el mandatario dominicano obvió en su discurso el tema de la corrupción, y no hizo ninguna referencia al escándalo de Odebrecht, en el que reconoció haber pagado 92 millones de dólares en sobornos para acceder a contratos entre 2001 y 2014, lo que ha generado las críticas de la oposición y del movimiento ciudadano "Marcha Verde".

Por el caso Odebrecht fueron imputados en mayo del año pasado 14 empresarios y políticos de los gobiernos de Hipólito Mejía (2000-2004), del Partido Revolucionario Moderno (PRM), así como de Leonel Fernández (2004-2008 y 2008-2012,) y del actual mandatario, Danilo Medina, ambos del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).

En los próximos meses se podrá ver el rumbo electoral que toma el país en función de si se aprueba o no la ley electoral y de partidos y si el presidente Medina logra su objetivo de aumentar su popularidad.

En un comunicado, el PRM, el principal partido de oposición, criticó que Medina no se refiriera al problema de la impunidad y la corrupción, y recordó que República Dominicana se encuentra entre los países con altos niveles de corrupción, ocupando este año el lugar 135 de 180 países, según el último informe de Transparencia Internacional.

Entre los principales proyectos de infraestructura, Medina destacó el Teleférico de Santo Domingo, que comenzará a funcionar próximamente, la segunda línea del Metro de la capital, nuevas carreteras y hospitales, así como la entrada en operación de la termoeléctrica Punta Catalina, con la que confía que signifique el fin de los apagones que por décadas afectan al país.

El PRM también consideró que Medina mostró en su discurso dos países; "uno de opulencia que lo viven los dirigentes del PLD y el otro de desesperanza y aumento de la pobreza que afecta a la mayoría de la sociedad", y resaltó que la deuda pública del país supera los 37.000 millones de dólares.

"La gran mayoría de la población está en pobreza, los hospitales no funcionan, no hay electricidad, el servicio de agua potable y el alcantarillado prácticamente no existen, el transporte público es un desastre, la justicia no es imparcial ni independiente, la educación no tiene calidad, no hay empleos, los salarios son bajos y no alcanzan para pagar las medicinas ni la comida", denunció el PRM.

Para la analista política, Rosario Espinal, Medina trató de pasar página a los problemas del año pasado, que en su opinión, fue el más difícil de toda su gestión, que inició en 2012, y enfatizar lo positivo, proyectar nuevas obras, y obviar o no mencionar los problemas que existen.

En declaraciones a Efe, Espinal señaló que el discurso de Medina fue diseñado para dar seguridad a su base electoral y para aumentar su nivel de aprobación, pero consideró que se necesitan otras medidas y otros pasos para volver a alcanzar los niveles de aprobación del inicio de su gestión.

En cuanto a la oposición, Espinal dijo que solo hace críticas al Gobierno pero no ofrece ninguna alternativa y "con la crítica solo no se puede avanzar para ganar unas elecciones".

Otro de los temas que mencionó el presidente Medina fue el de las leyes de partidos y electoral que pidió que sean finalmente aprobadas en la presente legislatura.

Según Espinal, el presidente hizo una referencia de pasada de ese asunto para no quedar comprometido con el destino de esa ley, ya que su partido está dividido sobre esta materia.

Mientras que seguidores de Medina pretenden que en la ley de partidos se establezca las primarias abiertas, el expresidente Leonel Fernández y sus partidarios abogan porque las primarias sean cerradas.

Aunque aún quedan más de dos años para las elecciones, en el país ya se ha abierto el debate sobre si Medina optará o no por la reelección aunque la Constitución lo prohíbe.

En los próximos meses se podrá ver el rumbo electoral que toma el país en función de si se aprueba o no la ley electoral y de partidos y si el presidente Medina logra su objetivo de aumentar su popularidad. EFE