Santo Domingo, 16 ago (EFE/Carmen Jiménez).- El presidente dominicano, Danilo Medina, en el poder desde 2012, llega hoy al ecuador de su segundo mandato sin superar aún el desgaste sufrido por el escándalo de corrupción de Odebrecht y en pleno debate sobre si optará o no por un tercer período aunque la Constitución lo prohíbe.
Tras la reciente aprobación de la ley de partidos y agrupaciones políticas, que fija el método de elección de los candidatos presidenciales y que ha sido cuestionada por un sector del propio partido gobernante, desde las filas del Gobierno ya hay voces que promueven una modificación de la Constitución que permita a Medina presentarse a la reelección en los comicios de 2020.
Medina, del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), logró la reelección en 2016 después de que el Congreso Nacional modificara la Constitución en 2015 para permitir que se postulara a un segundo mandato.
Pero con la actual Constitución, Medina no puede presentarse ni a un tercer mandato consecutivo ni a ningún otro período, lo que a juicio de varios ministros del Gobierno es injusto y discriminatorio porque, sin embargo, no impide que puedan presentarse a los próximos comicios los expresidentes Leonel Fernández, que ha gobernado en tres periodos (1996-2000, 2004-2008 y 2008-2012), e Hipólito Mejía (2000-2004).
En los últimos días, el debate de la reelección ha cobrado fuerza tras el triunfo de Medina al conseguir que el Congreso Nacional aprobara la ley de partidos, que establece que serán ahora las cúpulas de los partidos quienes decidan la modalidad para elegir a los candidatos a cargos electorales así como el padrón que se utilizará.
Esta iniciativa ha ocasionado una división en el partido gobernante ya que hay un sector que es afín al expresidente Fernández que se ha opuesto al considerar que facilita las primarias abiertas y la reforma constitucional encaminada a posibilitar una nueva candidatura de Medina en los próximos comicios.
Así, para que Medina pueda presentarse a unas nuevas elecciones tiene que superar, además del escollo constitucional, la oposición del sector del PLD que apuesta por una candidatura presidencial de Fernández en los próximos comicios.
De esta manera se repite el escenario de 2015, cuando Medina tuvo que afrontar una crisis interna en su partido, ya que Fernández, actual presidente del PLD, se oponía a sus aspiraciones y también pretendía postularse de nuevo a la Presidencia.
En aquella ocasión, Medina logró reformar la Constitución, volvió a integrar como candidata a la vicepresidencia a la esposa de Leonel Fernández, Margarita Cedeño, y sorprendió con un acuerdo electoral con el Partido Revolucionario Dominicano (PRD, socialdemócrata), que puso fin a varias décadas de antagonismo entre ambos partidos.
Pero en esta oportunidad, el hecho de que Medina haya conseguido una coalición de fuerzas políticas para aprobar la ley de partidos en el Congreso Nacional no se daría igual para reformar la Constitución, según algunos analistas.
Mientras el país se dirige ya a una etapa electoral, Medina exhibe como un gran logro el crecimiento económico en República Dominicana, donde la economía ganó el 4,6 % en 2017 y se espera un aumento superior al 5 % para este año, pero tiene el desafío de refrescar la imagen de su Gobierno afectada por el escándalos de los sobornos de Odebrecht, que ha originado una movilización sin precedentes en el país contra la corrupción.
En declaraciones a Efe, la politóloga Rosario Espinal consideró que tras un primer año muy difícil por el escándalo de corrupción de Odebrecht, que reconoció haber pagado 92 millones de dólares en sobornos para acceder a contratos entre 2001 y 2014, Medina trató durante el segundo año de sacar a su Gobierno del hoyo en el que se metió con este caso, pero consideró que todavía no ha sido efectivo y falta por ver si lo logra o no.
De momento, la presión en las calles se mantiene y el pasado domingo miles de personas reclamaron el fin del "régimen de corrupción e impunidad" en una marcha convocada por el colectivo social "Marcha Verde", en la que también se pidió justicia en el caso de Odebrecht por el que están imputados siete políticos y empresarios.
El Partido Revolucionario Moderno (PRM), el principal partido de oposición, también ha iniciado una serie de movilizaciones en las últimas semanas en contra de la corrupción y también ha intensificado sus críticas al Gobierno por los altos índices de delincuencia e inseguridad en el país.
En los próximos meses, se irán despejando las incógnitas sobre las candidaturas presidenciales para los comicios de 2020, en los que la oposición intentará desbancar al PLD, que llegó al poder por primera vez en 1996 y que gobierna ininterrumpidamente desde 2004. EFE