REDACCIÓN.-Cuba quiere que los diplomáticos estadounidenses disminuyan la ayuda a los disidentes cubanos antes de que los dos países puedan volver a abrir embajadas en sus respectivas capitales, un objetivo que forma parte de la larga agenda que sostienen ambos países en las rondas de conversaciones que comenzaron en La Habana en enero para restablecer las relaciones.
Se espera que un segundo encuentro se produzca en Washington este mes.
Los adversarios durante más de cinco décadas están negociando actualmente el restablecimiento de las relaciones diplomáticas, como un primer paso para revertir más de cinco décadas de enfrentamiento.
Sin embargo, la figura principal del equipo negociador cubano, Josefina Vidal, alta funcionaria del Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX), dijo en una entrevista difundida por la televisión local que si Estados Unidos desea que sus diplomáticos disfruten de libertad de movimiento en el país, estos deben dejar de aprovecharla para apoyar a la oposición política interna.
"Tampoco es que vamos a negociar asuntos de carácter interno relacionados con la soberanía de Cuba a cambio de un levantamiento de embargo”
“La forma en que esos diplomáticos (estadounidenses) actúan debería cambiar en términos de estímulo, organización, capacitación, suministro y elementos de financiamiento dentro de nuestro país”. Estas acciones van en contra de los intereses del gobierno y del pueblo cubano”, dijo Vidal, directora para asuntos relacionados con EE.UU. en el MINREX.
Si bien Washington ha criticado durante largo tiempo al gobierno comunista por reprimir a los opositores al sistema de partido único cubano, su apoyo a los disidentes es limitado, al menos en forma pública. No obstante, es sabido que los disidentes y opositores reciben considerable atención por parte de diplomáticos de EE.UU. y otros países occidentales.
Según la agencia Reuters, Estados Unidos dice que apoya a los activistas cubanos que ejercen su derecho a la libertad de expresión.
La advertencia de Vidal indica que existen obstáculos reales para la restauración de las relaciones diplomáticas, las cuales se ven como un primer paso relativamente fácil de dar antes de que ambas partes intenten resolver cuestiones más profundas sobre temas como los derechos humanos -un punto destacado en la lista de EE.UU- y el embargo económico estadounidense contra Cuba, en el inventario de la parte cubana.
Vidal se refirió al comportamiento de los diplomáticos cubanos en Washington, al decir que su conducto es “impecable”, contraponiéndola a la de los diplomáticos de EE. UU. en la isla, que intervienen en los asuntos internos de Cuba.
“Las cuestiones de los asuntos internos de Cuba no son negociables”, reiteró.
"Tampoco es que vamos a negociar asuntos de carácter interno relacionados con la soberanía de Cuba a cambio de un levantamiento de embargo. Eso aparte, todo lo demás es un proceso de negociación”, precisó.
El restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países pudiera producirse ante de la cumbre regional en Panamá, en la cual los presidente Barack Obana y Raúl Casto pudieran encontrarse por segunda vez, tomando como la primera la ocasión en que se dieron la mano en los funerales de Nelson Mandela en Sudáfrica en diciembre de 2015.