Miami; Fl.- Pasada la una de la tarde de este sábado, con la canción "Ain’t No Mountain High Enough” de fondo y con un “Hello Miami”, Hillary Clinton se presentó en la arena de la Universidad Internacional de la Florida (FIU) de la mano de su recién anunciado candidato a vicepresidente, el senador de Virginia, Tim Kaine.

“Kaine es todo lo que Trump y Pence no son”, expresó Clinton en referencia a sus rivales republicanos, mientras que su compañero de boleta escuchaba el discurso mostrándose carismático y entusiasta.

En un discurso que no pasó de los veinte minutos, Hillary puntualizó los factores que   hacen Kaine el candidato perfecto, como el lograr la unión de los demócratas y republicanos durante la crisis financiera o su paso por Honduras como voluntario de los misioneros jesuitas.

“Es un progresista a quien le gusta hacer las cosas. Es el tipo de persona que a mí me gusta”, dijo Clinton.

Asimismo, la ex-Primera Dama atacó a Trump, haciendo alusión a la expresión de que solo él podía resolver los problemas de EUA. “Cuando alguien dice 'yo solo puedo arreglarlo'. Eso no es una democracia”, manifestó, dándole paso al podio a su compañero.

“¡Bienvenidos a todos, porque somos todos americanos!”, se presentó Kaine en perfecto castellano, en un claro gesto para conectar con los casi tres mil asistentes al evento, en su mayoría latinos.

La presentación salpicada de spanglish del candidato, tocó varios asuntos. Algunos tan habituales como las políticas migratorias, el aumento del salario mínimo, o la regulación de las armas de fuego. Otros más personales, como que envió a sus hijos a escuelas públicas y que sus valores se basan en tres pilares, ”Fe, familia y trabajo”.

El gran contraste con el discurso de odio de Trump versus las minorías fue notable. Kaine demostró ser multisectorial, capaz de hablarle a todos los grupos y con un lenguaje que indudablemente cautiva mucho más que el de Mike Pence entre sus bases.

¿Por qué Tim y no Tom?

Lógicamente los dominicanos sentían inclinación por Thomas Pérez (54), o Tom, como cariñosamente llaman al secretario del Trabajo de los Estados Unidos de ascendencia criolla. Al férreo defensor de trabajadores las minorías y los inmigrantes y quien figuraba en lista corta para la  vicepresidencia demócrata. Pero la política siempre ha sido cuestión de estrategia.

Clinton no solo necesita el voto hispano. Necesita afianzar el apoyo de los votantes blancos, que en su mayoría se decantan por el candidato presidencial republicano, Donald Trump, aunque también podría haber hecho historia al escoger a un candidato latino.

Egresado de la Facultad de Leyes de la Universidad Harvard, Kaine, de 58 años, sin embargo, se ha ganado el apoyo de la mayoría de los grupos cívicos hispanos por su respaldo de una reforma migratoria integral y otras políticas de corte progresista que benefician a esta minoría.

Asimismo, se ha mostrado tibio con los poderes de Wall Street y partidario de los tratados de libre comercio, dos aspectos que han captado el mayor interés del votante en estas elecciones después de que el senador Bernie Sanders los hiciera bandera de su campaña.

Definitivamente Kaine es la opción más segura. Tiene experiencia en política externa (forma parte de las comisiones de Fuerzas Armadas y Relaciones Exteriores del Senado), puede atraer el voto latino y es un abogado con extensa actividad el estado, de Virginia, donde el conservador partido Republicano es tradicionalmente fuerte.

Pero por sobre todo, apuntan observadores, se trata de un hombre blanco del sur de Norteamérica, de forma que puede atraer a los electores indecisos de su mismo perfil.