Shanghái (China), 21 may (José Álvarez Díaz/EFE).- El presidente de China, Xi Jinping, pidió hoy como anfitrión de la cumbre de la CICA, ante líderes mundiales como Ban Ki-moon, Vladímir Putin y Hasán Rohaní, buscar una "seguridad universal", lejos de la mentalidad de la Guerra Fría, y en la que "ningún país debe dominar".
El presidente chino, cuyo país presidirá desde hoy hasta 2016 la Conferencia para las Medidas de Interacción y Construcción de la Confianza en Asia (CICA), defendió en Shanghái la idea de que los países resuelvan sus diferencias bajo una relación de igualdad.
A la cumbre asistieron, entre otros, los citados presidentes de Rusia (Vladímir Putin) e Irán (Hasán Rohaní), además de su homólogo afgano, Hamid Karzai, y el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
"Asia ha llegado a una etapa crucial en la cooperación en seguridad en la que necesitamos construir partiendo de los logros del pasado y trabajando en la búsqueda de nuevos progresos", dado que "la seguridad es un requisito previo para el desarrollo y el desarrollo lo es para la seguridad", afirmó Xi.
"Como dice el proverbio chino, un hombre sabio cambia a medida que los tiempos y las circunstancias cambian", recordó ante una veintena de jefes de Estado y de Gobierno de la región.
"Uno no puede vivir en el siglo XXI con un pensamiento caduco o de la Guerra Fría", observó, y reiteró que "la seguridad debe ser universal" y "común", lo que "significa respetar y asegurar la seguridad de cada nación", pero sin permitir que se busque "sólo la seguridad de uno o varios países a costa de la seguridad de otros".
"Ningún país debe intentar dominar los asuntos de seguridad regionales o infringir el derecho legítimo de otros países", aseguró, y eso se debe garantizar bajo el principio del respeto a la soberanía, la integridad territorial y la no interferencia en los asuntos internos de cada Estado, añadió.
El presidente chino dijo que Asia "está convirtiéndose cada vez más en una comunidad" donde es necesario construir un mecanismo de resolución pacífica de disputas y una red multinacional contra el terrorismo, el separatismo y el extremismo, que ya combate la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS).
Esta alianza militar y comercial, formada por China, Rusia y cuatro exrepúblicas soviéticas de Asia Central, firmó ayer un acuerdo de cooperación con la CICA.
Para Xi, es necesario "tener planes para abordar potenciales amenazas a la seguridad" en el continente.
Ante las posibles crisis, dijo, es preciso contar con un mecanismo político para abordar la raíz de las tensiones "y evitar una actitud paliativa que sólo trata los síntomas y no las causas".
Aunque la propia China mantiene en la actualidad tensiones territoriales con Japón (por las islas Diaoyu/Senkaku), Vietnam (por las Paracel) y Filipinas (por las Spratly), Xi consideró que los países asiáticos deberían comprometerse a resolver las disputas pacíficamente.
"Deberíamos oponernos al uso arbitrario de la amenaza de la fuerza y a la provocación y la escalada de las tensiones por intereses egoístas", declaró.
Aseguró que "China sigue comprometida con buscar una solución pacífica a las disputas territoriales y sobre intereses marítimos y está completamente decidida a llevar a cabo consultas amistosas sobre temas fronterizos con sus países vecinos".
Para que la CICA se convierta en un foro capaz de favorecer todo esto, Xi propuso fortalecerla como organismo y dotarla de "un mecanismo consultivo de defensa de sus miembros" y de "un equipo de trabajo que supervise la implementación de las medidas de construcción de la confianza" que propugna la organización.
Además planteó el renacimiento de una "nueva ruta de la seda económica" y turística y la creación de "un banco asiático de inversión en infraestructuras que podría entrar en funcionamiento pronto".
También convendría crear un "centro de medidas de respuesta en materia de seguridad", para una mejor coordinación de los esfuerzos de las naciones asiáticas ante posibles emergencias para la seguridad regional, desde crisis por tensiones bilaterales a catástrofes naturales, concluyó. EFE