Con la postulación de Alfredo Martínez, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y sus aliados procuran retener bajo su dominio el municipio cabecera de la estratégica provincia Santo Domingo, una plaza donde el oficialismo lleva diez años "subido en el palo", a partir de los comicios del 2006.
Más conocido popularmente como “El Cañero”, el actual diputado tiene este próximo domingo el doble desafío extender la racha ganadora que deja el extinto alcalde Juan de los Santos, muerto trágicamente en diciembre pasado, y demostrar que fue superado el malestar surgido tras su controvertida elección en un sector de la organización morada.
En ese proceso, Martínez (San Luis, 1964) se impuso por una diferencia de apenas 1.3% (27.8% a 26.5%) a su principal contendora interna, la también diputada Karen Ricardo, en la última de varias encuestas celebradas por el PLD para escoger al candidato sustituto del alcalde De los Santos, quien corría para un tercer período.
No obstante, el empresario vinculado al sector comercial ha dicho que su partido se encuentra compactado en torno a sus aspiraciones a la Alcaldía de Santo Domingo Este, una posición que asegura conquistará de calle, hasta con el 70% de los votos válidos.
Igual que sus rivales opositores Domingo Batista, de los partidos Revolucionario Moderno (PRM) y Dominicanos por el Cambio (DxC), y Manuel Jiménez -del Frente Amplio, el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) y otras fuerzas minoritarias-, Martínez también lleva de compañera de boleta a una mujer: Jacinta Estévez, maestra de profesión.
Al momento de ser nominada a vicealcaldesa, Estévez se desempeñaba como asistente de la influyente senadora provincial y presidenta de la Cámara Alta, Cristina Lizardo.
Además del PLD, partido en el que milita hace 32 años y a cuyo Comité Central pertenece, la boleta municipal que lidera Martínez es promovida por casi todos los integrantes del denominado “Bloque Progresista”, a excepción del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y la Unión Demócrata Cristiana (UDC), que proclamaron a Tonty Rutinel y Andrés Fortunato.
En torno a su peculiar apodo, “El cañero”, ha dicho que se popularizó a raíz de una ocurrencia de un compañero de partido durante la campaña del 2002, cuando se lanzó por primera vez tras una diputación. Ocurrencia que de seguro se relaciona con su origen humilde en el poblado de San Luis, donde antes operaba una dinámica industria azucarera.
Entre las iniciativas que ha impulsado en 14 años de labor legislativa, figuran la prohibición de la venta de bebidas alcohólicas en colmados, discotecas, bares, casinos y demás centros de diversión a partir de determinada horas; y el proyecto de Ley que concede un Crédito Fiscal de 80% al Costo de la Compra e Instalación de Sistemas Domésticos de Calentadores, de Agua Solares y Sistemas de Producción Fotoeléctrica y Eólica.
“Continuar lo que está bien”
“Para continuar lo que está bien” es una frase común en los afiches publicitarios de Alfredo Martínez, quien se ha comprometido a proseguir con los planes de desarrollo delineados en la gestión de Juan de los Santos, de cuyos familiares sus aspiraciones han recibido un espaldarazo público.
En múltiples discursos y declaraciones de prensa, “El cañero” ha manifestado su sintonía con las ejecutorias de su compañero ido a destiempo, y prometido “gobernar desde la calle, con la gente”, no desde el confort de un burocrático despacho.
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Una de las obras que se propone asumir de manera prioritaria es la construcción en la avenida Venezuela de un moderno mercado, apto para el acopio y expendio de alimentos, en sustitución del de Los Mina. Así como de un tercer cementerio en el municipio, y transformar a la emblemática avenida España en un “verdadero malecón”.
En su propuesta de gestión municipal, Martínez plantea la ejecución de un programa piloto para que recolección de la basura se efectúe en horas de la madrugada, a partir de las 10 de la noche, y la instalación de una planta de reciclaje y tratamiento de desechos sólidos capaz de generar energía.
El aspirante a alcalde dice reconocer a la inseguridad como el problema número uno que exhibe hoy día Santo Domingo Este. Para enfrentarlo se compromete a gestionar la instalación de un centro de monitoreo con cámaras de vigilancia en las calles del municipio.
También afirma que una vez al frente del gobierno local, instituirá una “Mesa del Diálogo Municipal”, espacio donde pretende incorporar a los líderes comunitarios y sindicales, asociaciones empresariales, iglesias, comerciantes y todos los sectores representativos de la población.