Pekín, 8 ago (EFE).- Liu Tienan, hasta hace poco vicepresidente de la comisión encargada de la planificación económica de China, ha sido expulsado del Partido Comunista de China (PCCh) después de que se le abriera una investigación en mayo y fuera cesado de su cargo por aceptar sobornos.

Según informó la agencia oficial Xinhua, la Comisión de Disciplina del Partido anunció hoy que Liu, de 59 años, "se aprovechó de su posición para buscar beneficios y tanto él como su familia aceptaron gran cantidad de sobornos".

La investigación a Liu comenzó el pasado mayo y solamente dos días después del anuncio la Comisión de Disciplina informó de su destitución.

Liu era desde el año 2008 uno de los once vicepresidentes de la todopoderosa Comisión de Reforma y Desarrollo Nacional (CRDN), equivalente a un superministerio de Economía y encargada de la política económica y de dar el visto bueno a grandes inversiones en China.

Hasta el pasado marzo también ocupó la presidencia de la Administración Nacional de Energía china.

El órgano anticorrupción acusa a Liu de "buscar beneficios para las empresas de sus familiares mediante la violación de las leyes y de aceptar dinero en efectivo y regalos", según el comunicado, que no precisa la cantidad de dinero de los sobornos, ni la duración de las supuestas malas prácticas.

"Liu también era moralmente degenerado", añade el comunicado, sin especificar nada más al respecto, aunque normalmente este eufemismo del Partido se refiere a tener amantes.

Aunque los medios oficiales no han precisado la naturaleza precisa de los cargos contra Liu, la investigación abierta contra él parece responder a las denuncias de un prominente periodista chino, Luo Changping, de la revista "Caijing", que en diciembre le había acusado de mantener lazos indebidos con un oscuro empresario.

Además, Luo aseguraba que Liu mintió sobre sus títulos académicos y estuvo involucrado en una serie de préstamos bancarios sospechosos.

Desde que asumió el cargo, el presidente de China, Xi Jinping, lanzó una campaña contra la corrupción, una de las principales lacras del régimen comunista, para castigar tanto a los funcionarios de menor categoría como a los cargos más altos.

Un ex ministro de ferrocarriles, Liu Zhijun, fue condenado en julio a pena de muerte por aceptar sobornos, y se espera que próximamente se juzgue al ex secretario general del PCCh en la ciudad de Chongqing, Bo Xilai, quien protagonizó el peor escándalo político en décadas.

Acusado formalmente de soborno, malversación y abuso de poder, el caso de Bo salió a la luz después de que su número dos, Wang Lijun, revelara sus prácticas corruptas y acusara a su mujer, Gu Kailai, de asesinar al empresario británico Neil Heywood.

Por este delito, la esposa fue condenada en agosto del pasado año a la pena muerte en suspensión -que se traduce en una cadena perpetua-, mientras que la Justicia china impuso a Wang 15 años de prisión por soborno, traición y abuso de poder. EFE