Ufá (Rusia), 9 jul (EFE/Virginia Hebrero).- El presidente ruso, Vladímir Putin, aislado por Occidente, se arropó hoy con una quincena de mandatarios en Ufá, donde el grupo BRICS concluyó una cumbre con una declaración en favor de un mundo multipolar y puso en marcha su nuevo sistema financiero, sin aludir al papel de Moscú en la crisis ucraniana.
Los jefes de Estado o de Gobierno de Rusia, Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, las economías emergentes BRICS, cerraron su encuentro anual con el reconocimiento de que el bloque afronta desafíos globales, pero decididos a seguir siendo un motor de crecimiento, un "faro de esperanza", como lo definió el primer ministro indio, Narendra Modi.
A la clausura de esta cumbre en la capital de la república rusa de Bashkiria se sumó otra decena de mandatarios de países exsoviéticos y asiáticos que mañana participarán en el encuentro de la Organización de la Cooperación de Shanghái, un bloque regional de seguridad y cooperación político-económica.
"Saludamos la culminación del proceso de creación del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) y del Fondo de Reservas con un volumen de recursos total de 200.000 millones de dólares", afirmó Putin al concluir la sesión plenaria de la cumbre.
"El NBD, con un capital de 100.000 millones de dólares, llevará a cabo proyectos de desarrollo de envergadura en los países de nuestra organización. Esperamos que los primeros de ellos se pongan en marcha ya el próximo año", dijo el líder del Kremlin.
La puesta en funcionamiento del banco y de un Fondo de Reservas en divisas que el ministro de Finanzas ruso, Anton Siluanov, calificó como "un mini FMI", fue considerada por los cinco líderes BRICS como un hito en el desarrollo del bloque.
"Podemos decir que este es un año histórico para los BRICS, un gran paso adelante", afirmó el dirigente de Sudáfrica, Jacob Zuma, en referencia a estas nuevas instituciones financieras llamadas a dar a asistencia a sus socios en caso de necesitar liquidez y que más adelante se abrirán a nuevos miembros.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, subrayó, por su parte, el objetivo del banco de facilitar financiación para la construcción de infraestructuras en los países emergentes y en desarrollo.
Pero junto a la vertiente económica, la declaración de 77 puntos aprobada por los líderes de los BRICS supone un espaldarazo a la aspiración de Moscú de imprimir al bloque un carácter político, de coordinación de posiciones en las instancias internacionales y de rechazo al unilateralismo promovido por Estados Unidos.
Los mandatarios rechazan "las intervenciones militares y las sanciones económicas unilaterales" e insisten en que se debe descartar "el doble rasero" en las relaciones internacionales.
Sobre la crisis de Ucrania, por la que Rusia fue expulsada del G8 y se enfrenta a sanciones, indican que "no hay una solución militar al conflicto", abogan por "el diálogo político" y por el pleno cumplimiento de los acuerdos de paz de Minsk, pero sin hacer referencia a la anexión de Crimea por Moscú.
Los BRICS también manifiestan su descontento por la negativa de Estados Unidos a ratificar la reforma ya aprobada del Fondo Monetario Internacional (FMI) que "impide la revisión de las cuotas y del poder de voto en favor de los países en desarrollo y emergentes".
Los dos miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU de este foro, Rusia y China, respaldan las aspiraciones de Brasil, India y Sudáfrica de desempeñar un papel más relevante en el organismo multilateral y todos subrayan su compromiso de contribuir a la lucha contra amenazas globales, como el terrorismo o el narcotráfico.
Y en una alusión a la situación de países como Grecia agobiados por el fardo de sus deudas, aunque sin citar a Atenas, señalan que "las reestructuraciones de las deudas… han sido a menudo demasiado lentas o tardías. Es algo que se debe gestionar en beneficio de acreedores y prestatarios".
Putin continuó, además, su maratón de encuentros bilaterales con reuniones, entre otros, con el presidente de Irán, Hasán Rohaní, quien agradeció los esfuerzos de Moscú en las negociaciones de Viena sobre el programa nuclear de Teherán.
Su larga jornada como anfitrión la concluirá en la noche cuando se entreviste con el presidente de Kazajistán, Nursultán Nazarbáyev. EFE