MONTEVIDEO.- Uruguay arrancó hoy sus elecciones generales en un ambiente de total tranquilidad y sin ningún incidente digno de reseñar en los 6.948 centros de votación distribuidos por los 19 departamentos del país, confirmaron fuentes de la Corte Electoral.
Según informó a Efe el presidente de la Corte Electoral, José Arocena, no hubo ningún problema con la apertura de las mesas de votación "salvo algunas pequeñas cosas que ya se corrigieron", como la llegada tardía de algún presidente de mesa "y algún otro detalle menor".
"A estas horas todos los centros están abiertos, y la gente está votando con normalidad. Eso es habitual en el Uruguay y esperemos que todo siga así", añadió el responsable de la Corte.
Tres horas después de la apertura de los colegios, ya votaron el presidente José Mujica, y los candidatos a presidente y vicepresidente del oficialista Frente Amplio Tabaré Vázquez y Raúl Séndic.
En cuanto a la afluencia de votantes, Arocena apuntó que aún es pronto para hacer un balance, si bien Efe constató que el flujo de ciudadanos a las urnas era constante y fluido y que la votación se realizaba a buen ritmo.
Hoy están llamados a sufragar 2.620.757 uruguayos para elegir presidente, vicepresidente y sus representantes en ambas cámaras del Parlamento, además de para votar de forma simultánea en un referéndum de reforma constitucional para rebajar la edad de imputabilidad penal de los 18 a los 16 años.
Las mesas electorales tienen previsto cerrar a las 19.30 hora local (21.30 GMT) y se espera que los primeros resultados oficiales se difundan a las 22.00 horas (00:00 GMT).
"Bonhomía, alegría y tranquilidad".
El presidente uruguayo, José Mujica, fue hoy uno de los primeros ciudadanos en ejercer su derecho al voto en las elecciones generales poco después de que abrieran los centros de votación.
Mujica pidió a sus compatriotas que voten "con bonhomía, alegría y tranquilidad".
Como es habitual en él, el mandatario acudió a votar en su vetusto Volkswagen "escarabajo" y acompañado por su mujer, la senadora Lucía Topolansky, en un centro juvenil de su barrio del Rincón del Cerro, en la periferia de Montevideo.
Allí lo aguardaban decenas de periodistas y curiosos, lo que produjo algún tumulto cuando el veterano presidente, un exguerrillero tupamaro de 79 años, salía del edificio y, sin detenerse, respondía algunas preguntas de la prensa.
Tras depositar su voto, Mujica acompañó a su esposa a un centro vecino para que ésta sufragara, y allí, mientras esperaba en el coche, aprovechó para opinar sobre las elecciones, un proceso que calificó "como la definición cívica que toma el pueblo".
Fiel a su estilo, insistió en una idea que repitió varias veces durante la semana y recordó a sus compatriotas que esta cita con las urnas "no es una guerra" y que si bien "es un escalón importante" en la historia del país, "a éste ya lo hicieron antes y continuará después".
"Habrá alguien que se sienta triunfador, otros no tanto y alguno que se sienta perdedor, pero en realidad frente a la vida nadie pierde", añadió.
Mujica dijo que una vez conocidos los resultados pensaba saludar a todos los contendientes, pero "a la distancia", y que no iba a participar "ni en los festejos ni en las tristezas".
Dijo asimismo que llamará a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, cuando tenga la certeza "de que ganó" en las elecciones presidenciales de su país que también se celebran hoy.
El presidente, que por mandato constitucional no puede hacer campaña en las elecciones ni presentarse a la reelección, es cabeza de lista al Senado por el sector político que lideró en el seno del Frente Amplio, el Movimiento de Participación Popular (MPP), y casi con total seguridad será elegido. EFE