Washington (EFE).- Los aspirantes republicanos a ocupar la Presidencia de EE.UU. le declararon este domingo la guerra a los debates que el Comité Nacional Republicano (RNC) acordó con las grandes cadenas de televisión del país y que para varios de los precandidatos están plagados de preguntas trampa y moderadores parciales.
"Creo que deberíamos tener moderadores interesados en distinguir a unos candidatos de otros, en vez de, hacer preguntas trampa", defendió en la cadena ABC el neurocirujano Ben Carson, empatado con el magnate Donald Trump para lograr la nominación republicana, según los últimos sondeos.
Precisamente, la campaña de Carson ha organizado por la noche un encuentro entre los precandidatos republicanos y representantes del Comité Nacional Republicano para tratar algunas de las quejas que han surgido tras el último debate, celebrado esta semana en el canal financiero CNBC.
La mayoría de los diez aspirantes con más apoyo en las encuestas que participaron en este debate se quejaron de las preguntas por considerar que tenían la intención de enfrascarlos en ataques entre ellos o ponerlos en evidencia.
En respuesta, días después, el presidente del Comité Nacional Republicano (RNC), Reince Priebus, decidió cancelar el debate de primarias que tenía previsto para el 26 de febrero con NBC y el canal Telemundo, que como el canal financiero CNBC forman parte del conglomerado mediático propiedad de Comcast.
Sin embargo, la medida de la dirección del Partido Republicano parece no haber sido suficiente y hoy los candidatos a la nominación presidencial republicana persistieron en sus críticas y pidieron cambios en los moderadores o, incluso, que los debates no se retransmitan por televisión para restar poder a los canales.
En el programa "State Of The Union" de CNN, el gobernador de Ohio, John Kasich, criticó el formato de los debates y dijo preferir discusiones "con muchas preguntas y con el tiempo suficiente para poder explicarse, en vez de tener que ir tan rápido en temas complejos y con tan poco tiempo".
"Sé que Harry Truman (presidente demócrata entre 1945 y 1953) no fue elegido explicando su plan de salud en 30 segundos", defendió Kasich, que se encuentra al final de la lista de los diez candidatos con más apoyo en las encuestas que pueden entrar en los debates de máxima audiencia.
Fuera de esa lista se encuentran aspirantes como el senador Lindsey Graham, relegado al debate de los cuatro aspirantes a la candidatura presidencial más rezagados en las encuestas y que suele celebrarse antes del encuentro principal.
"Quiero grupos más pequeños en el escenario, mejores preguntas y que podamos ser escuchados de manera igual", defendió en una entrevista Graham, que esta semana protagonizó el debate de los menos populares con un discurso agresivo, directo y numerosas bromas que despertaron el apoyo de la audiencia.
"Si continuamos con este proceso, creo que disminuirán nuestras oportunidades de ganar en 2016″, advirtió en el canal Fox.
El sábado, en un evento en el estado de Iowa, el senador Ted Cruz fue más lejos, llamó a los moderadores del canal CNBC "agentes de la izquierda" y sugirió que los únicos que deberían de moderar los debates en el futuro son aquellas personas que han votado anteriormente al Partido Republicano.
"¿Qué tal si en vez de tener a un montón de periodistas al ataque, tenemos a reales conservadores? (…) ¿Se imaginan un debate moderado por Sean Hannity, Rush Limbaugh y Mark Levin?", señaló Cruz en referencia a algunos conocidos periodistas de tendencia republicana.
La reunión de esta noche entre representantes del Comité Nacional Republicano (RNC) y algunos miembros de las campañas de los candidatos ha levantado una gran expectación al producirse en un momento en el que la campaña presidencial republicana se encuentra especialmente reñida. EFE