Cuando le nace, le sale el guardia y ¡¡cómo le sale!!…

¿Estaba ajeno el  ex Presidente Leonel Fernández a todas las trompadas y los vejámenes contra simples y pacíficos protestantes de calle?

Conociendo al elemento como al pez en el agua, podría decirse que sufre ataque de nervios, porque la cábala lo persigue como si fuera un signo premonitorio del futuro: nada le está saliendo bien.

Y como nada le sale bien, no dio órdenes concretas, pero guiñó el ojo a la fuerza autoritaria para que sus paleros morados, como les llama la gente en la calle, acudieran en su auxilio.

Pero el chivo montaraz de algún dios extraño -que no le quitará los pecados de su mundo- está atento para que todo le fracase.

Esta vez, hasta rara prueba en contrario, el omnímodo pinochazo de Villa Juana Square no las tiene todas consigo; necesita portones traseros y fuertes hombres armados, como si el día anterior Miguel Vargas, sin prestarle o devolverle corbatas, le hubiese dado un breve curso acelerado sobre cómo rematar y golpear contrarios en plena calle, con autoalabanza incluida por el éxito de las balas y los calieses del  único día en que el líder del Nuevo PRD fue presidente, el pasado 20 de julio. La sangre ajena clama aún.

Supongo que los periodistas, en especial los de Acento.com.do, habrán elaborado ya el Manual de Autodefensa Anti Paleros Leonelistas  para repartirlo por el mundo entero, porque el animal político herido, como los de los zoológicos y las reservas, puede ser muy peligroso.

Como la hipocresía y la doble moral del exquisito no tienen límites, el cobarde suele inventar el refugio blindado del silencio, cuando las cosas le salen mal.

La noticia de los fascinerosos de Leonel dio la vuelta al mundo. Porque en sus planes, los muy genios, no contaban con algo muy simple y elemental: que las agresiones a la prensa están monitoreadas a nivel mundial cada vez más. Ahí metieron las extremidades inferiores muy hondo en el fango, y se jodieron.

Como la hipocresía y la doble moral del exquisito no tienen límites, el cobarde suele inventar el refugio blindado del silencio, cuando las cosas le salen mal

Mientras el ex presidente hacía silencio, otorgando razón a todo lo que su contra se escribía y se hablaba, dejaba un antecedente mediático que no debiese ser digno de alguien que dizque quiere ser presidente de nuevo.

Detrás de tanta exquisitez, de tanta conceptualización académica de alto vuelo, está más viva que nunca la fuerza bruta, el autoritarismo en su más burda expresión, que le rodea, porque tiene que vivir prisionero de sus actos, entre matones armados y turbas fanáticas.

El "gran intelectual", el hombre público “polite”, el ex presidente de los "buenos modales". Como decía el Canciller Talleyrand, esos taimados entre fragancias y buenas maneras, sigilosos y taciturnos, son capaces de dejar en el sofá una media de fina seda repleta de mierda.

Pero hay un juego político en todo esto. La tendencia del país político que prefiere que Danilo Medina se reelija toma cuerpo con fuerza, incluso entre personas que no son del PLD y que hasta odian al partido en el poder. ¡Vaya paradoja! Pero lo cierto es que esa tendencia crece extra PLD.

Y la ecuación es simple. Hay muchos problemas internacionales para República Dominicana en estos momentos; sentencias por aquí y por allá. Y si Leonel y sus paleros asaltan el poder, que nadie espere contrición ni humilde reconocimiento de errores. El abusador que se sabe con poder e impunidad vuelve dos veces hacia las víctimas exangües, y las remata con gusto. Porque, por si alguien no lo sabía o lo había olvidado, el sadismo de estado existe.

Y mientras tanto…los Bichoponienses, exaltando nostálgicos historias de próceres, sables, bigotes, toques de clarines y disparos.

Abinader haciendo de muchachito bueno, Vargas Maldonado, esperando el gran negocio electoral, que le seduce palmo a palmo, e Hipólito, con pamper y mangú, queriendo hacer las últimas travesuras.

Con un panorama así, todo tuerto puede ser Rey.

Lectores y lectoras, no puedo frente a la "Oposición" inventarme lo que no existe, ni tomarlo en serio tampoco, porque es risa lo que dan ciertos personajes, pura risa.

El león sabe bien que si jalan hacia las barras y estrellas a Miau  B, y éste maúlla y negocia, no habrá papá ni  mamá, mucho menos whisky con soda.

Y entonces verá que todo el dinero del mundo no lo puede salvar. Ese mismo dinero que ahora rueda para torcer voluntades y cursos políticos, para retornar al poder. Y ahí le saldrá todo concentrado (Lilis, Trujillo, Balaguer) en el trasfondo lacaniano de una mente a quien el poder le extrajo y expuso sin pudor lo  peor de sí.

Por todas estas razones, los ambientes enrarecidos no investigados habrá que leerlos con pinzas. Porque ningún acto terrorista nace sin objetivos ulteriores, no hay que leer un libro sesudo de inteligencia para saberlo.

En este cóctel explosivo la reelección de Danilo Medina sería una transición hacia qué, no lo sé, pero sería una transición en las condiciones actuales del país.

Para finalizar, véanse las armas que serán necesarias, para cubrir en el mejor ejercicio del periodismo para espacios abiertos todo lo que haga Leonel Fernández Reyna, que aún no pide excusas al país.

Lanza medieval
Lanza medieval. Modo de Empleo: Colocado el Palero Leonista de frente se le da la vuelta por los aires si no tiene el agresor la frente bien cuidada,
derribado será.

 

Ballesta medieval
Ballesta medieval. Modo de Empleo: En caso de un ataque virulento, fanático
con arremetida brutal, como órdenó el Jefe silente, el infomador
sujeta la ballesta para como aviso de que es un arma mortal,
solo en caso de grave agresión, puede disparar.

 

Casco medieval. Modo de Empleo : En caso de que la furiosa avalancha amarillo-morada avance en formación dispuesta a liquidar, el informador se pone su casco y arremete de frente con tendencia al estómago alimentado del palero Leonelista. El casco garantiza un 80% de seguridad.
Casco medieval. Modo de Empleo : En caso de que la furiosa avalancha amarillo-morada avance en formación dispuesta a liquidar, el informador se pone su casco y arremete de frente con tendencia al estómago alimentado del palero Leonelista. El casco garantiza un 80% de seguridad.