SANTO DOMINGO, República Dominicana (EFE).-La crisis que vive el opositor Partido Revolucionario Dominicano (PRD, socialdemócrata) sitúa a esta formación en la encrucijada de tener que decidir entre la celebración de una convención en la que se decida su control interno y el alto riesgo de caer en una profunda división.

La tensión es máxima tras los incidentes ocurridos ayer, cuando partidarios del expresidente Hipólito Mejía (2000-2004, quien cuenta con el respaldo de la mayoría de las bases) tomaron por la fuerza la sede del partido, donde se celebraba una reunión del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) convocada por su presidente, Miguel Vargas Maldonado.

El episodio se saldó con ocho heridos en unos enfrentamientos en los que pudo verse a hombres armados en la azotea y en las instalaciones del partido, que finalmente entregaron a la Policía, después de que Vargas y sus seguidores se marcharan del lugar.

Para Caroit, corresponsal del matutino francés en el Caribe y Centroamérica desde hace casi 25 años, la situación que vive el partido "va más allá del PRD"

El contencioso no tiene una solución clara, pues los intentos de mediación no han dado resultado hasta ahora y ambos bandos mantienen intactas sus aspiraciones de liderar el partido.

Vargas, quien esgrime su control de los órganos del partido para hacer valer su posición, anunció hoy que tomará acciones legales tras los incidentes, que calificó de "asalto" y de "saqueo".

"La Policía no actuó (…) lamentablemente dejó que esta turba entrara como si fuera por su casa, armada, no hubo una actitud enérgica de parte de la Policía. Nunca pensamos que iba a ocurrir una acción de esta naturaleza y menos por un expresidente de la República", dijo hoy Vargas a medios locales.

Mejía se quejó de que los heridos eran integrantes de la facción que él lidera, al tiempo que restó importancia al anuncio de Vargas de acudir a los tribunales en busca de responsables de los incidentes y abogó por la vía del diálogo y la mediación de la Iglesia como única solución.

En un comunicado, el expresidente indicó que la única solución a la situación del PRD es la celebración de una convención en la que se decida quién manda en el partido. "Y Miguel (Vargas) tiene que entender eso", apostilló.

El corresponsal del diario francés Le Monde Jean Michel Caroit no ve "una solución clara" a este conflicto, en el que "la facción de Miguel Vargas invoca el aspecto legalista, apoyado por decisiones de las altas cortes, específicamente del Tribunal Superior Electoral que, como se sabe, está controlado en gran parte por jueces designados por el expresidente Leonel Fernández"

"Y esa es la razón de que el sector del expresidente Hipólito Mejía acuse al expresidente (Fernández) de querer destruir el PRD para tener el camino libre para la reelección de 2016″, dijo el periodista a Efe.

En su opinión, "la única solución sería organizar unas elecciones (internas) realmente libres para ver qué decide la mayoría de los miembros del partido", pero -continuó- "el problema es saber quién organizaría esa convención, quien la supervisaría" y consideró que el control de Vargas de los órganos del partido "pone en tela de juicio la transparencia" de tal evento.

En el otro extremo aparece el riesgo de división, que el histórico PRD, fundado en el exilio cubano en 1939, ya ha afrontado en ocasiones anteriores.

Para Caroit, corresponsal del matutino francés en el Caribe y Centroamérica desde hace casi 25 años, la situación que vive el partido "va más allá del PRD" y citó opiniones de analistas que sostienen que el oficialismo dominicano quiere acabar con esa formación política.

Sobre los incidentes violentos de ayer, el periodista subrayó que estos hechos "evidentemente no tienen justificación", pero consideró que la actitud de la dirección del partido de no dejar entrar a la reunión del CEN a conocidos dirigentes contribuyó a que ocurrieran.EFE