“Esto se ha convertido en una rutina. Casi todos los meses subo a este mismo podio para denunciar un nuevo trauma colectivo, repetido a intervalos intercalados”.
Así dijo Barack Hussein Suetoro Obama desde el paraninfo de la Casa Blanca.
Estados Unidos se ha convertido en un país manipulado a base de puro terrorismo. Obama habló como un psicólogo conductista, mencionando la técnica conocida como “el estímulo condicionado y reforzado a intervalos programados”, que tiene como objetivo la disensitivacion (numbing) de la población de conejitos de indias (nosotros) en los laboratorios experimentales (nuestras ciudades), convirtiéndonos en una población de zombis petrificados a base del miedo colectivo.
Cada vez que estas matanzas masivas se repiten la población se convierte en más sumisa y manejable a control remoto, haciéndose susceptible a noticias catastróficas y traumatizantes. La más reciente fue en la “Umpwa Community College”, Rosebug, estado de Oregón, el 3 de octubre de este año.
Allí asesinaron a mansalva a 10 personas, hiriendo a más de 20 estudiantes.
Es una especie de robotización colectiva de la población, que los hace incapaces de reaccionar ante el bombardeo constante de estímulos negativos de noticias alarmantes que los aturde y no los deja pensar. Viven de trauma en trauma.
No se ha publicado en ningún diario, pero en los EEUU se han producido 300 asaltos masivos con armas de fuego en lo que va de año. Curiosamente, los homicidas de estas masacres casi siempre terminan “suicidándose”, como dizque lo hizo el estudiante Christopher Sean Harper el 3 de octubre de este año en Oregón, o los “suicidan” en el acto.
Notemos que esta palabrita de “catastrófica”, es una de las favoritas en el lenguaje de los seguros de salud estadounidenses hoy en boga. Estas palabritas siempre denotan un plan premeditado a nivel subliminal, como la de “cuenta delincuente” (delinquent account) en el argot de las tarjetas de crédito. Tienden a causar pánico culpable en las mentes de los clientes y los motiva a saldar su deuda cuanto antes.
Notemos también la incidencia de estos homicidios masivos en centros educativos, donde residen jóvenes estudiantes, los cuales quedan traumatizados de por vida.
He dedicado varios artículos a este curioso fenómeno tan norteamericano, publicados en Acento.com (Control mental-16/4/2014; Narcolepsia 21/8/2014; Región límbica cerebral-06/11/2014).
Todos estos artículos tratan de programación mental a través del terror colectivo intencional. Son escenas, como las imágenes televisadas de las “ejecuciones” masivas por parte de los jihadistas fanáticos, presentadas intermitentemente para mantener en un estado de shock generalizado a los ciudadanos, sobre todo cuando se sospecha que son un montaje falso. Tan falso como los mismos jihadistas, creados, armados y mantenidos por las mismas fuerzas que ellos dicen combatir. Es lo que se conoce como “false flag operations” (operaciones de bandera falsa), como el mal llamado Estado Islámico y Al Qaeda, ambos primos hermanos.
De ahí que la irrupción repentina de Rusia en el escenario sirio, invitando a los países de Occidente a formar una coalición de estrategias conjuntas contra los jihadistas sirios (que no son sirios en realidad), haya cogido a los verdaderos culpables del conflicto asando batatas. Matando al “perro” se acaba la “rabia”, reza el refrán popular. El problema es que los dueños del “perro” son los que lo mantienen vivo y éste ni es perro ni tiene ninguna rabia. Lo usan para mantener a todos en jaque mate, como el que les ha dado Vladimir Vladimirovich Putin a los promotores del Estado Islámico. Ahora los están bombardeando de verdad, porque antes era de mentira, mientras se destruían las infraestructuras sirias (que era el verdadero objetivo). De hecho, el bombardeo ruso ya ha acabado con más del 40% de los centros yihadistas en Siria. Los bombardeos estadounidenses lo que hicieron fue servir de pretexto para acabar con el gobierno de Bashar Hafez al Assad. Recordemos aquella frase de Hillary Clinton cuando era Secretaria de Estado: “¡Assad tiene que desaparecer del mapa!”.
Esa es la raíz del diluvio descontrolado de refugiados huyéndole a la masacre e invadiendo a Europa (otro de los objetivos). Pero… ¿Quién está patrocinando y financiando esta diáspora de refugiados de los cuales solamente el 4% es sirio)?
Vladimir Vladimirovich Putin quiere evitar que Rusia se convierta en una víctima propiciatoria de invasiones masivas de refugiados que cambien su identidad eslava, como se pretende hacer con el resto de Europa.
El objetivo inmediato del terror es el de mantener al mundo en un shock constante.
Cuando no es el Ebola, es el dengue o la chikunguña o los refugiados invadiendo masiva y desesperadamente a otros países. ¿Quiénes los financian? ¿Cuáles fuerzas se mueven detrás de esos millones de desplazados?
La dinámica de los dueños del mundo parece ser siempre la misma. Una vez convertidos en zombis amaestrados, los ciudadanos no pueden ni quieren pensar.
Para tener una somera idea de lo que estamos hablando, leamos las palabras de David Rockefeller en “Sus Memorias”:
“Algunos piensan que somos parte de una cabal secreta internacional que conspira en contra de los mejores intereses de los EEUU, creando una estructura política y económica integral hacia un mundo unipolar, un nuevo orden mundial sin fronteras, donde las migraciones de poblaciones enteras rompan los parámetros regionales y culturales establecidas. Si así lo creéis y si esa es la acusación en mi contra, me declaro culpable y me siento orgulloso de serlo”. Sea usted el jurado.
Como lo había sido antes Henry Kissinger con su política de la “balcanización” de Europa, Zbigniew Brazensinski, el gurú de la Casa Blanca en el gobierno de Jimmy Carter y estratega extraordinario de los globalistas mundiales, recomienda más de lo mismo. En su libro “Between two ages: America’s role in the technetronic era” (Entre dos épocas: el rol de los EEUU en la era technotrónica), el polaco propone el promover las migraciones masivas para borrar del mapa las fronteras y las raíces culturales de los países, convirtiendo al planeta en un mundo gobernado a control remoto, a través de guerras y guerritas aparentemente incontrolables. ¿Y no es eso lo que estamos viendo? ¿No nos suena esto a “una isla sola e indivisible”?
A los zombis hay que mantenerlos siempre aterrorizados y distraídos, como nuestra juventud que, en lugar de pensar, prefieren mantenerse pegados a sus I-pads y teléfonos móviles “inteligentes” (con ondas que destruyen sus neuronas cerebrales) y los convierte en drones de sí mismos. En eso nos estamos convirtiendo todos.
Somos zombis amaestrados a control remoto por “fuerzas incontrolables”, como decía aquel político de Navarrete que era el más incontrolable de todos.
Nota: los datos expuestos en este artículo están tomados del ensayo para “Global Research.com” del economista Peter Koenig, ex funcionario del Banco Mundial. También de Craigbhulet.com