Nelson Marte, periodista de larga data, escribió el pasado viernes 18 de junio un artículo en El Caribe con el título “Shang Run la pone en China” en una suerte de admonición a la Administración Biden de los Estados Unidos de América para que nombre su próximo representante ante nuestro gobierno, un embajador a la altura del diplomático del “Reino del Centro” por considerarse situada entre la tierra y el cielo, como se autodenominaba China.
El argumento de Marte, que comparto, es que, para reemplazar a la renunciante embajadora Robin Bernstein, que fue una verdadera “competidora” del embajador Zhang Run en la vida social dominicana, ya que hasta la vimos responder con un baile de merengue a una expresión de cercanía a la cultura popular dominicana de parte de Zhang Run y su simpatía radiante en las fotos y videos periodísticos así como su activismo en las redes sociales.
Pero, Marte viene a hacerse eco del impacto de la presteza de la legación diplomática china en lograr concertar la venta de millones de vacunas Sinovac para suplir las contratadas y no servidas por farmacéuticas occidentales que solo cumplieron con 20,000 de AstraZéneca producidas en la India y 50,000 adicionales donadas por el Gobierno hindú, y la suspensión de la exportación de vacunas norteamericanas hasta que cumplan la meta de vacunación total para el 4 de Julio, el “Independence Day” estadounidense.
En verdad, se ha puesto dura la tarea a Biden o a su canciller Blinken. Tengo entendido que el antecedente de Zhang Run como subdirector de Departamento Latinoamericano de la Cancillería es un nivel poco probable de imitar; o ¿el Departamento de Estado en esta etapa pragmática y multilateralista del Jefe Blinken ha descubierto el valor estratégico de su embajada en Santo Domingo?
Ese sería el mejor piropo que recibiría Zhang Run en su carrera diplomática: ¡¡¡que sus rivales lo ranqueen en las grandes ligas….!!!