Yo quiero un pueblo que ría y que cante,  son  letras  de una canción que canta Danny Rivera, artista de origen Puertorriqueño, nacionalizado Dominicano. 

Quiero tomar estas letras prestadas al cantor y retomando los artículos anteriores: De cómo se quiere la patria y si los valores se han perdido… hoy quiero unirme a estas palabras hecha canción y recordar algunos elementos que es importante queden titilante en la memoria de todos los moradores de un pueblo, cualquiera que sea. Este, el otro, el más cercano o el más lejano.

Cómo es el pueblo en el que vive, al que pertenece, al que ama?  De quién es ese pueblo? Cómo quieres ese pueblo? El cantor parafrasea características de como es el pueblo que quiere, y tú y yo cuál pueblo queremos? Tiene sentido pertenecer, amar, tener un pueblo?

Creo que una de las cosas que dan mayor sentido a la existencia es saberse  pertenecido, ser parte de algo o de alguien. Saber que se tienen unas raíces originales o adquiridas.

Quizás somos ese   pueblo que celebra la vida, que ondea su bandera, que celebra el amor y que va en camino hacia autenticidad, pero también es el mismo que posee realidades que a veces le fortalecen y otras le veces debilitan la esencia de ser.  Y queda la tarea de mirar cada paso para resignificar el camino. Pues, en ocasiones defendemos lo propio y otras veces lo ponemos en manos del mejor postor, siendo marionetas de aquel que nos usa, nos oprime o nos paga.

Es un tiempo bueno para hacer la reflexión sobre el pueblo que quiero, de unir los esfuerzos, los deseos, los quereres para relanzar la vida que se gesta día a día en esta amada tierra, vida que se siente y manifiesta de diferentes formas.

Amar a la patria, amar a sus integrantes son características muy saludables de ciudadanos y ciudadanas  dignas de pertenecer e identificarse no sólo con un terruño, sino con todo lo que existe y forma parte de él.

Y desde estas ideas muestro en reflexión lo que quiero en ese pueblo  y  como lo quiero

Quiero


Más Espiritualidad y menos religión, más acción y menos palabras, más amor y menos hipocresía, más esperanza y menos promesas, más comunicación y menos información, más cercanía y menos mini mensajes, más calor humano y menos contactos, más esencia y menos moralismos, más libertad y menos discursos democráticos, más corazón y menos razón.

Quiero 

Más hombres sensibles y menos fuerza violentadora, más mujeres atentas y menos personas violentas, más paz en las calles y menos guerra en las casas, quiero familias más sencillas y menos apariencia, más niños con padres de verdad y menos padres con hijos de mentira, más cambio en la humanidad y menos comunicación en las redes, más amor en la gente y menos frontera en los países.

Quiero

Más color de vida y menos rojo del “amor” en las tiendas, más pan en las mesas y menos promesas, más familias felices y menos crecimiento económico en los bancos centrales, más salud en las calles y menos enfermos en los hospitales, más niños con educación de calidad y menos investigación.   Más libertad en las calles y menos injusticia social.

Quiero

Más familias unidas y menos infidelidad, más amor y conversación  en las mesas y menos rezos en las iglesia, quiero amor, quiero paz, quiero que todos y todas tengamos deseo, tengamos querer, y finalmente,

Quiero

Un sol que brille para todos y todas, una tierra que sostenga como buena madre a todos por igual, un mundo sin brecha social, ni diferencias alarmantes que gritan desigualdad, pido amor, pido paz, quiero que las  gentes podamos ser personas, quiero más ética y menos moral, más práctica y menos teoría, quiero que podamos tener un mundo que viva el amor, que construya el amor, que tenga amor, que haga amor,  que contagie y transmita a toda la creación toneladas de amor; y tú qué quieres? pues: Unamos nuestros quereres y empecemos hacer la forma para que se hagan vida en la vida, y que sean concreción plena. Unidos,  haremos del deseo y el querer una realidad.