Me atrevería a decir que esta es la solicitud más frecuente en el consultorio. Constantemente recibo personas que van para que otra persona cambie: la pareja, la madre, el padre, los hijos e hijas, tíos, vecinos, el mundo……
Y es una solicitud esperable o lógica para las personas desde la idea romántica e inmadura acerca del amor, todos los tipos de amor.
Esperamos que como los demás dicen amarnos harán algo para que estemos bien; nos amarán a la manera en que entendemos nos deberían amar, ya que dicen amarnos. Porque además son las personas más importantes de la vida, hemos crecido con ellos y ellas, hemos procreado juntos, les hemos dado la vida y bla, bla, bla. Así llegan intentando convencerse a sí mismos de que esta es la vía para lograr la felicidad.
Las personas dicen cosas como estas "Si él cambiara solo un poquito; si tan solo fuera cariñoso; si llegara más temprano; si avisara cuando se va a retrasar…" o "Ella tiene que cambiar, reclama demasiado, me persigue" también "Ese muchacho quiere estar todo el tiempo en la calle, esto tiene que cambiar, es una desconsideración". Desde esta perspectiva se complican las cosas y el cambio no ocurre.
Suelo escuchar a las personas y una vez han expresado sus deseos de cambio para los demás les explico un poco cómo funcionan las cosas. Cómo es una ilusión esperar cambio en los demás sin movilizarse ni hacer un cambio en sí mismos. Cómo cualquier cambio es más rápido si se asume primero en la persona a la que le afecta la conducta, que es ella. Les explico que el único cambio posible y controlable es el propio y que este cambio a su vez traerá cambios en los demás.
La familia es un sistema interconectado donde el cambio en una persona, por lo regular, afecta a alguien, de manera que en vez de quejarse y angustiarse, solo cambie y siéntese a esperar el cambio en los demás, así sí funcionan las cosas.
Esa madre que se queja porque su hijo no respeta el acuerdo establecido para las horas de llegada, deja de esperar que él solito lo haga, deja de victimizarse y hace algo que lleve el mensaje claro de que hay un acuerdo que cumplir y consecuencias que asumir. Tengo padres y madres de jóvenes y adultos en casa, que han vuelto a dormir cuando retiran la llave de la casa, si el acuerdo no se cumple.
Regularmente, frente a las conductas que se consideran inadecuadas de las demás personas se suele reaccionar, es decir, solo quejarse y esto no cambia las cosas, todo lo contrario, las empeora, pues la otra persona se da cuenta de que tiene el control, y de manera inconsciente o no, repite la conducta, buscando la reacción para luego culpar del conflicto a la persona afectada.
Esto no se hace por maldad, son familia, viven juntos, se aman, manejan distintos niveles de poder y lo usan para librar las batallas de la convivencia.
De lo que se trata es que cada persona, sobre todo los adultos, asuman con responsabilidad aquello que les daña.
Si quiere que su pareja le respete, respétese usted poniendo limites, mejorando su auto estima y reconociendo lo que quiere o no en una relación. Cuando esto esté claro, comience a actuar en consecuencia, sin ofenderse, enojarse ni hablando mucho, solo actúe y verá cómo su entorno cambia movilizado por su propio cambio.
Si siente que sus hijos e hijas le tratan como si estuviera solo a su servicio o le exigen demasiado, deje de verse usted como eso, deje de resolverles todo y vera el resultado. Revise lo que está dando, pues regularmente la sobre exigencia de los hijos es directamente proporcional al sobregiro de las madres y los padres.
Si quiere que su pareja deje de controlarle por el teléfono, deje de tomarlo en cada llamada.
Deje de esperar, y haga algo en relación a ello para mejorar, bajando la intensidad, soltando, trabajando el desapego, mirando primero su propia reacción y poniéndose en el primer lugar de la fila, solo así las cosas cambiarán.
Y digo esto con conocimiento de causa por ver cada día a hombres y mujeres que deciden asumirse de manera responsable, cambiando primero y vivenciando cómo cambian sus relaciones familiares, de pareja y laborales.