La Fiscal del Distrito pasó los límites del respeto al referirse al análisis hecho por Sarita Valdez  en un  medio televisivo, que tuve la oportunidad de ver. Creo que el juicio de descalificación, tildándolo de irresponsable,  con que la Fiscal se refiere a los puntos de vista del  análisis del Patólogo y reconocido profesional de las Ciencias Forenses sobre el suceso Percival Matos; son simplistas, reduccionistas y académicamente carente de valor y rigor científico. 

Al responder innecesariamente, porque no es su papel, la Fiscal comete un error  de visión de reducir la investigación forense a una única dimensión que es la fundamental, por supuesto, el médico forense y su procedimiento de autopsia con su  técnica de  disección  del cadáver para determinar causas de muerte. Como método de investigación del hecho objetivo este procedimiento  plantea  tres aspectos de manera intuitiva y en  presencia del objeto (cadáver) de análisis.   ¿Qué pasó?  ¿Dónde pasó? ¿Cómo pasó? ¿Cuándo pasó?

Ahora, en el campo del conocimiento de las ciencias forenses, la medicina forense no es la única herramienta que interviene en la investigación del hecho criminal.  La filosofía forense y su rama especializada, la semiótica forense es clave es para entender el lenguaje de la escena del crimen.  La intervención del  Dr. Sarita Valdez en un programa en el que  lamentó la forma burda en cómo se contamina la escena del crimen no sólo en el caso Percival Matos, sino, que es el comportamiento  de forma recurrente por parte de la policía es ese y otros casos,  ya que  con  ello se compromete la verdad de la investigación que es su objeto, además de contaminar;  la policía se constituyen en juez y parte de sus propios hechos, con la deplorable ausencia del Ministerio Público.   

El investigador forense semiotiza la escena del crimen para lograr el lenguaje de la signidad. A partir de los signos de cómo están dispuestas las cosas, el orden o el desorden, la posición, los elementos, la centrifugación de los líquidos  del cuerpo, la profusión de la sangre o su ausencia, las aéreas y distancias ensangrentadas,  y  la posición del mecanismo reactivo de defensa del cuerpo ante los estímulos de dolor  punzantes penetrantes o impactantes en vida que dan una posición del cuerpo. Las características de la escena y del cuerpo en su estado natural como producto de los hechos son esenciales para la investigación y probablemente resulten más determinantes  que la propia autopsia. La condena que hizo el Dr. Sergio Sarita Valdez en el programa el Despertador de SIN, de la forma irresponsablemente como la policía contamina y manipula la escena del crimen del caso Percival Matos,  y permite, que los periodistas en su afán de informar hagan lo propio, agrego yo, en mi condición de profesor de Metodología del Análisis Semiótico en la UASD, es uno de los vicios de la investigación forense en el país.   

La autoridad de Sergio Sarita Valdez  es incuestionable, su no participación en un evento del proceso como lo es la autopsia, no lo descalifica para abordar como lo hizo, a partir de los registros y el protocolo de fotografías de  la escena haciendo un  ejercicio interdisciplinario de su autoridad como médico forense investigador y sus sólidos conocimientos semióticos,  a partir de las imágenes de la escena del crimen de la propia policía.

Hay que perdonar a la Fiscal del distrito,  porque es víctima de la ignorancia en materia de investigación criminal semiótica. Países como Venezuela tienen en su estructura de investigación judicial un departamento especializado de investigación en esta materia. La semiótica   te hace preguntarte: ¿Por qué pasó? Y, ¿Para qué pasó?  Si yo fuera Sarita Valdez le diría a Yeni. “Perdónala señor, porque no sabe lo que dice”.