En la actualidad son muchos los expertos que opinan que las nuevas tecnologías reducen nuestros  deseos de comunicarnos de frente a los demás  y los hechos le dan la razón.

En un mundo de mensajes de texto, con twitter, whatsapp y correos electrónicos ¿es nuestra comunicación mejor? es  la pregunta que me hice recientemente mientras participaba  de una conferencia de esas que son tan poco interesantes y que dan hasta sueño, pero que debes de esta ahí, y al momento de mirar a los lados,  pude ver a quienes me acompañaban en dicha actividad, con sus cabezas hacia abajo tipiando por todas las vías posible que se tenían en ese momento a mano,  y me refiero a Smartphone, tabletas y  portátiles.

Creo que esta demás decir,  que la  tecnología es indispensable  en este tiempo para la comunicación, pero si se elimina la forma de transmitir de manera personal  o las conversaciones directas, entonces pierdes los matices.

Por ejemplo en el caso del correo electrónico se ha convertido en una forma fácil de comunicación pero también una forma "perezosa" de hacerlo. Recientemente leí un artículo de un prestigioso ex banquero  ingles,  el cual parecía preocupado por el impacto que estos métodos modernos están teniendo en el mundo de los negocios, con ejecutivos enviando airados correos electrónicos y haciendo tratos de los que podrían arrepentirse luego, en vez de ver el blanco de los ojos de sus homólogos en negociaciones cara a cara.

Podría ser  un poco contradictorio, pero de la misma forma en que la comunicación  tradicional  es importante, de igual manera puedo afirmar que tiene sus peligros. He tenido la oportunidad de ser testigo de  reuniones en  donde las personas han  manifestado cosas que no  deberían, sin embargo, los correos electrónicos  permiten dar un espacio de tiempo  para tomar en consideración lo que se dirá y pensar un poco antes de responder.

De todas formas y a manera de conclusión, entiendo que debe de existir un equilibrio entre la comunicación tradicional y las nuevas tecnologías, pero de qué manera podría hacerse, pues es evidente que ayudan a la comunicación, pero es de preocuparse a la sobrecarga de conocimientos o diluvio de datos que esta genera.