El sábado 27 de febrero el Presidente Danilo Medina rindió cuentas ante la población nacional con motivo del 172 aniversario de la separación definitiva del pueblo de Haití y el primer paso hacia la consolidación de nuestro proyecto de nación de manera independiente.
Si se fijan no hablo de independencia el 27 de febrero, pues soy de los que se inscriben en que la real independencia ocurre con la Restauración ya que a partir de ahí nuestro país empezará a vivir como proyecto de nación aunque posteriormente las invasiones de los Estados Unidos lesionaran nuestra soberanía, pero en cada momento la patria ha contado con hombres y mujeres dispuestos/as a inmolarse por ella, dando incluso su vida si fuera necesario.
El discurso del Presidente ha sido uno de los más extensos en la historia moderna con una duración de casi dos horas. En ese tiempo hizo un recorrido por su obra de gobierno, pero sin dejar de lado las promesas pues como bien se sabe está en reelección.
Uno de los momentos más emocionantes fue cuando habló de Bahía de las Águilas y el reconocimiento a Piky Lora en la persona de sus hijas Patricia, Laura y Tania. Debo admitir que hasta a mí se me saltaron las lágrimas en ese instante. Sin embargo, en sus palabras el Presidente agregó que “no sabía por qué ese caso no se había resuelto antes” y me permitiré no decirle por qué, sino refrescarle la memoria porque él si lo sabe.
El robo de esos terrenos fue descubierto cuando en el año 1996 llega al poder el Partido de la Liberación Dominicana y es nombrado en el Instituto Agrario Dominicano (IAD) al que hoy es Senador por la provincia Peravia Wilton Guerrero.
En ese entonces el PLD había llegado al poder por la alianza con el Partido Reformista Social Cristiano, quienes dejaban el puesto y los incumbentes del momento quisieron alzarse con más de 1, 200 títulos de posesión de Bahía de las Águilas realizados de forma fraudulenta, asignados a personas que ni ellos mismos conocían y realizando actos de venta por esas personas a quienes le habían hecho los títulos falsos.
A partir de ese momento se inició un proceso judicial donde algunas personas fueron encarceladas y uno de ellos hasta murió en la cárcel. La pregunta que se formuló el presidente me la he hecho en innúmeras ocasiones. ¿Por qué si estaba tan claro ese fraude había durado tanto en resolverse? Porque a todo esto hay que agregarle que después los supuestos propietarios de terrenos alegaban que sí eran dueños cuando en un principio dijeron que no sabían que poseían esos títulos.
Ese caso había tardado tanto en solucionarse porque quienes lo ocasionaron habían sido aliados permanentes del PLD, y no se permitían llevar a la justicia a quienes le sirvieron de pie de amigo para llegar al poder.
Reconocer a Piky es importante, pero no es suficiente. A partir de aquí debe pasarse de la emoción del momento e iniciar un proceso judicial contra todas esas personas que mantuvieron por tantos años este caso abierto. Se debe iniciar por quienes hicieron los títulos falsos, proseguir con los supuestos propietarios que luego alegaron que sí eran dueños y concluir con los cómplices de este caso por todo este tiempo.
Se debe reconocer en el Presidente Medina este paso trascendental porque sería mezquino de nuestra parte no hacerlo, pero le aclaro que no solo basta con la emoción aquí también, Presidente, cabe mencionar uno de sus eslogan: “Voy por más”.