Con las "desintoxicaciones digitales" como la última tendencia, parece que muchos de nosotros estamos abordando seriamente nuestras relaciones con las redes sociales y tratando de encontrar un equilibrio entre la vida real y la presencia digital.
Las redes sociales pueden impulsar una revolución, difundir ideas y hacernos sentir conectados. La mitad de la población mundial está ahora en línea. Realmente estamos viviendo en la “Era de la Información”.
Sin embargo, al igual que todos los beneficios, el crecimiento de nuestra huella digital genera inquietudes sobre la privacidad, el acoso y la información que estamos entregando a las corporaciones como Facebook, Google, Microsoft, etc. Combina eso con las presiones de mostrar una vida perfecta en línea, y podrías tener un cóctel bastante venenoso.
Los investigadores, observan de cerca de cómo las redes sociales nos afectan física y psicológicamente. Existen muchas investigaciones sobre cómo las redes sociales pueden cambiar nuestro estado de ánimo, lo que estas revelan podría ser contradictorio.
En lo personal, tengo una verdadera relación de amor y odio con las redes sociales, pero incluso cuando el odio, no puedo renunciar a ellas. Siendo una figura pública, puedo usarlas para todo tipo de cosas como interactuar con seguidores, subir cosas que pienso o que hago, hacer bromas y seguir a las personas que me inspiran.
Entonces, podrías saber ¿qué efecto tienen las redes sociales en nuestro cerebro y en nuestro estado de ánimo?
Según el Dr. Richard Graham, de la Clínica Nightingale, en Londres, el primer centro de rehabilitación de Gran Bretaña, para la adicción a Internet “que hay diferentes líneas en términos de lo que estamos viendo en las investigaciones sobre el efecto de las redes sociales en el cerebro. La materia gris en el cerebro, tu tipo de pensamiento, parece ser mayor a la cantidad de amigos que tienes en Facebook per se”.
Así mismo, destaca que otros estudios que quizás sean un poco más problemáticos, muestran que, si bien las redes sociales pueden mejorar su memoria, si el usuario realiza múltiples tareas a la vez, en realidad su memoria y concentración podrían volverse menos efectivas.
De igual forma, la autoestima según nuestras interacciones, en las redes se puede ver afectada de dos maneras, por supuesto, lo que a menudo podemos olvidar, lo que quizás fue más claro al inicio de la revolución de las redes sociales fue que las personas podrían conectarse con otras personas, especialmente si estuvieran en un grupo minoritario o tenía interés específico. Eso realmente hizo una diferencia muy positiva.
Pero así mismo, algunos jóvenes pueden verse obligados a mirar y compararse con los demás, por lo que realmente puede tener un efecto negativo, donde dichos jovenes luchan por desarrollar la autoestima en este nuevo mundo complicado.
Algunos investigadores han coincidido, en la elaborado de una nueva clasificación de los usuarios de Internet o "tribus de usuarios de internet”, y esto, según cómo utilizan las redes sociales. Y basada en la combinación de sus teorías, me he permitido crear algunas categorías. ¿En cuál estás tú?.
- Los que comparten demasiado: sabes quienes son. Cada detalle de su vida está documentado. Para ti es demasiada información.
- Los acechadores: están en un discreto segundo plano, espiando, viendo a los otros y juzgado, aunque nunca expresan sus opiniones, ni sus sentimientos.
- Los fanfarrones "humildes": no quieren ser demasiado obvios mostrando su increíble vida, así que se camuflan tras sutiles –o no tanto– actualizaciones de su estado.
- Los pavos reales: siempre en plena exhibición, pero lo que muestran de su vida es cuidadosamente seleccionado antes de ser compartido en las redes sociales.