En términos generales, los perredeólogos de la política y de la comunicación social -los “aceitados” y los secos- no pegan ninguna al “analizar” predictivamente a esa cosa que llaman correctamente ”Partido” –en tres-, incorrectamente “Revolucionario” -?- Dominicano.
Y es que no comprenden que “esa cosa que llaman PRD” es un fragmento del perfil sicosocial del dominicano de matices supra confusos en los que se mezclan las emociones irracionales con las racionales, las dualidades, las reconversiones, el decir y no hacer, el decir y desdecir a un tiempo, el hacer y deshacer a la vez, el hacer y no acertar, el aceptar y hacer lo contrario, algo así como “sí, pero no, ¡quien sabe si tal vez!” y, “no, pero cuenta con eso”, pensamientos y conductas difusas redundantes, algo así como “sube para arriba”, “sal para afuera” y “entra para dentro”.
Nacionalista histórico y envía tropas interventoras a Irak, antireeleccionista histórico y a papeletazos sucios reforma la Constitución e intenta mantener en el poder al peor Presidente de la República por ese partido, ahora expulsado, y lo quieren repostular a la presidencia del país. ¿Para qué? ¡Para que el doctor Leonel Fernández vuelva a gobernar desde el 2016!
Como que se pasaron “del 28” y ahora andan por el 30…
“Esa cosa que llaman PRD” ha iniciado un “vigoroso” esfuerzo por “unificarse ” –aguijoneado por gente seria, y por grupos mafiosos criminales que lo circundan y acogotan- desde el mismo momento en que las encuestas públicas y privadas revelaron que tienen las elecciones ganadas si, todos a una, postulasen a Luis Abinader a la Presidencia de la República.
Y es que “esa cosa que llaman PRD” es como la pelota: redonda pero viene en caja cuadrada.
¿Unidad? ¿Para qué? ¿Para dividir? ¿Para quiénes? ¿Para quienes dirigen la mafia y el crimen que lo circundan y acogotan?
Los perredeólogos no acaban de comprender que en ese manojo de sentimientos y conductas difusas, en “esa cosa que llaman PRD“, tan pronto tendió a concentrarse alrededor de la candidatura presidencial de Luis Abinader, los vampiros se aprestaron a impedirlo proclamando la unidad, que es la única manera de mantenerlo dividido para pescar a sus estrechas y anchas. -¿Me entendieron?-
Es un eco del grito lapidario lacerante de que “¡Sólo el PRD derrota al PRD!”…
Y para allá van. ¿O ya están?
Los perredeólogos tienen que aprender a leer el reverso del PRD desde el anverso, y su anverso desde el reverso. Algo así como “ lo uno o lo otro y los dos comoquiera”, y así comprenderán que “esa cosa que llaman PRD”, si se comportara como partido y decidiera volver al poder –“Sobrevendrían días de males inenarrables para la Nación“, dirían los guachimanes del destino del país conocidos como “Los Vinchos” -asumiría la fórmula mágica de lo posible: Luis Abinader, presidente, Miguel Vargas Maldonado, Vicepresidente, Hipólito Mejía, Presidente del PRD; y todo acordado de a tres: gobierno y partido.
Pero no. “Esa cosa que llaman PRD” es cueva de vampiros. Los chupasiempre, los oportunistas de marca mayor que flotan en las aguas de la división, lo mantendrán dividido proclamando de la boca para afuera –y con el cuchillo en la boca- su inminente unidad…porque es que “la angurria rompe el saco”. ¿O acaso “el caco”?
¿Me comprenden, perredeólogos?.