Con el tema del coronavirus llevábamos varios días llamando al lobo hasta que finalmente llegó: ayer el Ministerio de Salud Pública, en una rueda de prensa, dio a conocer que tenemos el primer caso en República Dominicana.

En primer lugar, quiero recomendar lo siguiente: no vayan a atiborrar las farmacias buscando mascarillas, si usted no tiene el virus no la necesita. La mascarilla sirve para proteger a otros de infectarle, o sea porque usted use una mascarilla sin tener el virus no significa que deja de estar expuesto al contagio, pero si usted tiene el virus y no usa mascarillas sí hay probabilidad de contagiar a otros.

No apretemos el botón del pánico, además esto no es la peste bubónica, el que haya aparecido un caso no significa que mañana toda la población estará contagiada. Tome las medidas de lugar, sobre todo higiene, lavarse las manos con frecuencia. Eviten las noticias tremendistas y falsas. Esto es un virus donde menos del 2% tiene posibilidades de morir, o sea más del 97% de los casos la gente se recupera. Lo que pasa es que la estrategia del miedo es afectiva para muchas cosas entre ellas disipar los temas que nos impactan, disparar el consumo de ciertos productos farmacológicos y llenarle los bolsillos a mucha gente.

Desde el día 27 de febrero, fecha en que se realizó la concentración masiva de jóvenes en el evento denominado el Trabucazo 2020, se había comenzado la estrategia de sacar de los medios estas reacciones, pero se carecía de un tema fuerte que lograra impactar y el tema haitiano ya es muy evidente.

Ahora mismo se ha creado una alarma mundial por un virus que, en realidad, no tiene nada diferente que una influenza y cuya causa de muerte es inferior en comparación con otros virus o con el hambre que pasan en África donde mueren unas 24 mil personas diarias.

Hoy todos los medios estarán hablando del mismo tema porque la noticia se dio a conocer un domingo y el lunes es el día más importante para los medios de comunicación. Se revisan periódicos, se escuchan los programas matutinos de camino al trabajo o al colegio a llevar los niños y todos al unísono estarán hablando de la tragedia mundial que ha tocado nuestro suelo.

Esto no significa que dejemos de prestar la debida atención que amerita el caso y que nuestras autoridades mantengan informada a la población sobre la manera de prevenir el contagio y cuidarse como se debe, pero es importante señalar que un caso aislado no significa que todos nos vamos a contagiar.

Aquí lo primero es mantener la calma, no sobrecargar los sistemas de salud, emergencias, consultorios, redes sociales con noticias tremendistas y falsas, sino mantenerse atentos a las informaciones oficiales.

Evite noticias alarmistas y procure mantener medidas generales de salud, lavarse las manos pues lo más importante es la higiene. Vamos a mantener la calma por favor porque aquí puede estar en juego otras cosas.