Desde que doy seguimiento a los Premios Soberanos no recuerdo haber visto una premiación más criticada que esta, una cuestión que puede afectar seriamente su credibilidad si no se toman medidas al respecto. Quien no sepa a estas alturas de juego que las premiaciones son un negocio muy lucrativo en cualquier lugar del mundo habría que catalogarlo de ingenuo.
Todo el mundo sabe que hay cabildeos de representantes artísticos, que buscan, por cualquier vía, que su artista por lo menos quede nominado. Siempre he criticado que muchos de los cronistas que escogen a los ganadores también hacen las veces de relacionista público de algún artista y usted no puede ser juez y parte.
La ola de críticas viene acompañada de la decisión del Grupo Telemicro de no seguir transmitiendo los premios y aunque se han argumentado diferentes versiones la realidad es que la razón principal es puramente económica. Este premio, patrocinado por la Cervecería Nacional Dominicana, también tiene el co-patrocinio de Claro, que a su vez es competencia de la compañía telefónica Viva de la propiedad del Grupo Telemicro. Parece ser que ha surgido cierto problema por el derecho de publicidad de dos empresas que ofrecen el mismo servicio y que se ven como competencia.
Se debe recordar que el elemento económico ha sido un problema con esta premiación que inclusive llevó a los familiares de Casandra Damirón a solicitar que los premios no llevaran el nombre de su madre pues no estaban siendo beneficiados como ellos querían en el reparto del pastel.
Según Fausto Mata, Telemicro invierte más de sesenta millones de pesos al poner a disposición tres canales de televisión, noventa emisoras de radio, una compañía de televisión por cable y una compañía telefónica, y en la Alfombra Roja ni siquiera entrevistaron una sola figura que pertenezca a algún programa de estos medios.
Ante esta situación Telemicro no solo desiste de transmitir los Premios, sino que está pensando crear otro. Para ello buscan explotar el lado sensible de la sociedad haciendo un análisis de lo que podría ser la principal debilidad de Acroarte y es que, como en los Soberanos quienes eligen los ganadores son los mismos cronistas, ellos crearán un premio donde los ganadores los elija el pueblo.
Entiendo que ese grupo empresarial está en esa fase de cuando el poder crea adicción por todos los medios de comunicación que poseen. Siento que incursionando en este tipo de premiación los artistas tendrán que hilar muy fino cuando se trate de criticar pues la sanción podría ser muy grave tal como le ocurrió al bachatero Anthony Santos que por no asistir a una fiesta de ese grupo fue vetado de sonar en todas las emisoras y en los programas televisivos y al año siguiente no tuvo otra opción que asistir.
El grupo Telemicro realiza muchas actividades que incluyen artistas y todos quisieran estar en algunas de ellas como, por ejemplo, la Ruta Telemicro, conciertos multitudinarios en sus aniversarios en el Estadio Olímpico, en el Malecón o en las sazonadas fiestas de diciembre. Quizás me esté adelantando al juzgar algo que no ha iniciado, pero la experiencia de otros artistas que han sido vetados me hace pensar que de producirse esta premiación los artistas tendrán que repensar sus tarifas y pensar lo que digan cuando se hable del Grupo Telemicro porque no es fácil sentir el peso del poder de no sonar en tantas emisoras y además que haya limitación para invitarte a programas de cuatro canales de televisión. Pero ya veremos en qué irá a parar todo esto.