Y de repente nos encontramos en una situación de aislamiento. Una cuarentena obligada, inimaginable varias semanas atrás en una aparente normalidad.  Antes de esto, desde la distancia, leíamos las noticias sobre la explosión del Coronavirus y su dura realidad en la ciudad china de Wuhan, el epicentro. Una desgracia que veíamos lejos pero que ya hoy, la tenemos aquí.  Era cuestión de tiempo. Todo está detenido.

Asia, Europa, como segundo epicentro de un maldito virus que se está llevando muchas vidas a su paso, y América, ya son puntos donde el nefasto Coronarivus tiene una presencia notable que ha obligado a los gobiernos actuar sin demoras.

Los gobiernos del mundo han adoptado medidas de urgencia, prevén muchas muertes, una crisis económica con la que nadie contaba, en el sentido, de tener que destinar recursos, miles de millones de euros y dólares, para tratar de lidiar ya no solo con un virus sin vacuna oficial todavía, sino con inyectar recursos a sus sistemas sanitarios, a las pequeñas y medianas empresas para que no quiebren, al sector hotelero y a la sociedad en su conjunto en base a medidas arbitrarias pero de vital importancia.

En nuestro país, que no tenemos el sistema sanitario público que poseen  algunos países de Europa donde todos sin distinción tienen cabida, atendidos por excelentes profesionales  y la medicina tiene un desarrollo optimo, la preocupación por nuestra ciudadanía es latente.  Más cuando tenemos un alto porcentaje de personas que viven en la pobreza, que no tienen educación en nada, y que cuando le hablas de un "virus" creen que nunca les tocará o se encomiendan a sus creencias, creyendo que eso los "salvará"…..También hay personas con cierta educación que se comportan igual.    La población más vulnerable por su situación económica, tienen que salir cada día a la calle bajo el paraguas de actividades económicas informales, sin ningún tipo de cuidados y expuestos a todo tipo de contagio, ellos y quienes conviven en su entorno.  Es una cadena. Hay que educar al pueblo con esta situación ahora más que nunca. 

En Estados Unidos donde la medicina tiene un desarrollo vanguardista con profesionales excelentes en cada área, tiene la parte negativa de que es una sanidad privada que si usted no tiene seguro médico, como sucede con las 30 millones de personas que no tienen cubierta su salud, pues la situación es peligrosa.  En ese sentido, el Presidente Trump destinó millones para dar solución a todos los que se puedan ver afectados y habilitación de lugares específicos para tratar esta pandemia.

En Italia la situación es grave, solo ayer miércoles hubo 475 personas fallecidas. A diferencia de China donde el virus remite, en Italia empeora y se acerca a la cifra total de fallecidos en el país asiático de 3,242 personas. La situación de Italia es grave y la de España también, donde en Madrid se registró ayer un muerto cada 16 minutos. Italia y España no tomaron las precauciones temprano y el monstruo ya lo tenían en sus casas.

Frente a tanta urgencia, científicos de las grandes potencias del mundo como China, Estados Unidos y Europa luchan cada día por hallar una vacuna eficaz que pueda frenar tantas muertes, pero la investigación científica conlleva mucho tiempo, ensayos y recursos. Se presume que la vacuna podrá estar en un año.

En definitiva, este virus nos ha cambiado la vida a todos. De golpe y porrazo.  Las actividades económicas de toda índole se han caído, todas sin excepción.  Levantarse y acostarse en ciudades fantasmas. Llegar temprano al supermercado porque todo se acaba rápido. Trabajar, en caso de que tu profesión te lo permita desde casa, con niños que demandan tu atención es un caos.  Innovar, ser creativos en todo es una vía de solución pero te asalta la tristeza de ver tantas desgracias, casos de jóvenes, adultos y ancianos muriendo, te sientes preso bajo tu propio techo, quisieras coger un avión y largarte a otro planeta  hasta que esta guerra acabe, pero no puedes………..No te dejan salir ni entrar

Solo nos queda esperar, práctica la durísima paciencia que la situación amerita y tener la esperanza de que cada día es un reto más allá de la vida misma y de que algún día pronto, esto acabará o por lo menos, amainará la velocidad del contagio…..