Cada vez que en nuestro país ocurre un hecho grave relacionado con niños, niñas, adolescentes o jóvenes, de manera muy ligera y rápida aparecen las voces acusatorias señalando a La Familia como la culpable. "La Familia está en crisis"; "Los padres y madres no se ocupan"; "Hay que  someterlos a ellos también a la justicia"; "Es que ya las mujeres no están en la casa ocupándose de los hijos".

Todos los sectores asumen este discurso, que resulta cómodo para los que realmente tendrían la responsabilidad de educar, controlar,  y establecer un orden general que nos permita como sociedad  participar, cada sector, desde el lugar que le corresponde.

Resulta que La Familia no es la gestora de todos los males sociales, sino el eslabón más débil de la cadena. Es la que sufre las consecuencias de lo que las instituciones de la sociedad llamadas a hacer que las leyes se cumplan, no hacen.

Ser padre o madre de familia implica, en una sociedad como esta, hacerse cargo no sólo de la estabilidad emocional, psicológica, afectiva y la transmisión de valores propios de cada una, que ya es bastante, sino además, la carga pesada de esas áreas que por derecho debían estar suplidas por el Estado pero que Ella tiene que hacerse cargo.

Quiero decir que La Familia no es culpable de la delincuencia, de los problemas de tránsito, de educación, de la falta de oportunidades, de la impunidad, del narcotráfico y de la corrupción

Estoy hablando de educación, salud, alimentación y vivienda como derechos fundamentales y que representan la carga más pesada para los padres y madres actualmente. Luego, energía eléctrica, diversión, vestido, transporte, son “lujos”  que sólo pueden ser suplidos por la clase media y alta que son la minoría de la población del país.

Frente a todo esto y los casos que hemos estado viviendo en los últimos días, yo me pregunto “Y a los  padres y madres ¿Quien los ayuda?”

Talvez sería más fácil que se cumplieran las leyes, que los controles funcionaran, que la justicia actuara y que la impunidad se acabara. Cuando en el país los AMET comenzaron a poner multas por no tener el cinturón de seguridad  al conducir, los dominicanos aprendimos a usarlo.

Si queremos familias fuertes tenemos que construirlas y la única manera de hacer esto es que cada quien y cada institución del Estado, que tiene a su cargo establecer un orden lo haga, ya que las familias no pueden  hacerlo. Estamos esperando que los padres y madres asuman una carga que es muy pesada para ellos. Estamos exigiendo sin dar, reclamando sin cumplir y colaborando para que cada día La Familia se vuelva más vulnerable.

Quiero decir que La Familia no es culpable de la delincuencia, de los problemas de tránsito, de educación, de la falta de oportunidades, de la impunidad, del narcotráfico y de la corrupción.

El Estado como padre-madre de todos los ciudadanos tendría que garantizar la posibilidad de una vida más organizada y a partir de ahí La Familia hace su función.

Como padre-madre responsable el Estado hace lo que le corresponde porque de no ser así estaría actuando de la misma manera en que actualmente le reclama a Las Familias.
Y no se trata de un Estado paternalista que supla todas las necesidades, sino de un Estado responsable que proteja a los niños, niñas, adolescentes y a las familias como su bien más preciado.

solangealvarado@yahoo.com

@solangealvara2