Xi Jinping, es el Presidente de la República Popular China (RPCh), hace apenas tres meses, tras asumir formalmente el pasado 14 de marzo. En ese tiempo ya ha realizado dos viajes oficiales al exterior. En el primer viaje visitó Rusia, luego Tanzania, Sudáfrica, donde participó en la V Cumbre BRICS y finalmente, el Congo.
En su segundo viaje, América Latina-Caribe (AL-C), el mal llamado “patio trasero de los EEUU”, lo que desde mi óptica nunca fue y ahora menos. ¿Coincidencia? No, nada es azar en la “Política Exterior” de la RPCh. Rusia, su principal aliado y África, la región de las potencialidades, oportunidades, de las materias primas y el mercado futuro.
AL-C ¿por qué? Porque esta región representa también aliados estratégicos, contiene los principales países emergentes fuera de Asia, materias primas, mercados actuales y futuros y grandes posibilidades de negocios para el sector público chino, como para los nuevos empresarios del sector privado que cada vez son más. El periplo comenzó el 31 de mayo en “El Caribe”, cuando aterrizó en Puerto España, capital de Trinidad y Tobago.
Allá se reunió con las principales autoridades, tras lo cual se firmaron acuerdos de cooperación bilateral en el ámbito de la economía, el comercio y la educación. También se reunió con líderes de la Comunidad del Caribe (Caricom). ¿Por qué Trinidad y Tobago? Tampoco es casualidad, sino causalidad. Este pequeño país, miembro de la Mancomunidad de Naciones o Commonwealth, con apenas 5,128 kilómetros cuadrados y 1,300,000 habitantes, es el más rico de la región caribeña, tiene combustibles fósiles, gas y petróleo, es el primer exportador de hidrocarburos de la región y por qué no decirlo, excelente ubicación estratégica a 11 km de la costa noreste de Venezuela. Es también causalidad, jugada táctica, parte de una estrategia, que el Vicepresidente de EEUU Joe Biden, haya estado allá tres días antes de la llegada de Xi.
Costa Rica, el único país centroamericano que tiene relaciones diplomáticas con la RPCh, fue segundo punto en la ruta de Xi Jinping. Llegó a San José la noche del 2 de junio. Su agenda de trabajo la realizó el 3 de junio, reuniones con las principales líderes del país. Préstamos, inversiones y donaciones, fortalecimiento de acuerdos.
Costa Rica, después de tomar la inteligente decisión en 2007 de romper con Taiwán y establecer relaciones diplomáticas con la RPCh ha recibido grandes beneficios. Este año, no sólo contó con la importante visita del presidente Xi, con todas sus promesas y realizaciones, sino que además será sede de la “VII Cumbre Empresarial China y América Latina-Caribe” en noviembre y del “IV Foro de Amistad entre los pueblos de China, América Latina y el Caribe”. Costa Rica también fue visitado por el presidente Barack Obama, exactamente un mes antes, 3 de mayo.
México, uno de los grandes de América Latina, ala norte y mayor economía de los países de la “Alianza del Pacífico”, ubicación estratégica y potencia geopolítica de primer orden, recursos energéticos y gran mercado, fue el tercer destino de Xi Jinping.
Llegó el martes 4 de junio con más de 100 empresarios chinos. Una agenda apretada y muy fructífera. Incrementar los intercambios comerciales y con ello la posibilidad de que más productos terminados de México entren al mercado chino, las inversiones y cooperación de China, fue la esencia de esta visita. Igual, un mes antes, Obama había estado en México.