Sin importar la rigidez de las políticas internas y los regímenes sancionatorios establecidos, siempre existe en una empresa el potencial de que se desarrollen en ella actividades ilegales o inmorales. En este tenor, lo importante es cómo la empresa maneja estas situaciones, pues en muchos casos, la cultura de la empresa permite a los altos ejecutivos ejercer la ceguera voluntaria, y asimismo esta cultura intimida a los demás empleados a no denunciar lo que puedan observar. (Bridgehouse Company Secretaries)

Es en este contexto que nace la figura del “whistleblower”, la cual se define como un empleado que denuncia conductas irregulares ilegales, éticas o conductuales, efectuadas por otros empleados de la empresa. El whistleblowing consiste en elevar una preocupación genuina, más no significa que esto será el inicio de un juicio per se. Esta figura se basa en la creencia firme del empleado denunciante de que el interés de la entidad está por encima de los intereses individuales de los empleados.

Sobre este punto, pensemos en un proceso similar al que vive el Oficial de Cumplimiento, cuando reporta las operaciones sospechosas a la Unidad de Análisis Financiero. Este reporte es confidencial precisamente para proteger al Oficial denunciante, pero a su vez, el Oficial es responsable de reportar informaciones sobre alguna base de sospecha real, y no hacer alegatos basados en supuestos infundados o percepciones personales.

Justamente, la naturaleza del whistleblower es ser un mecanismo interno para el reporte confidencial de violaciones legales o éticas/conductuales. Conforme las mejores prácticas, se considera como un elemento crítico de un gobierno corporativo el contar con un sistema robusto de denuncias confidenciales. Para esto, las líneas de denuncias anónimas juegan un rol esencial, debiendo la empresa establecer el (los) canal (es) más idóneo (s) para que se realicen las denuncias internas.

Cabe señalar que los auditores (internos y externos) juegan un rol clave en estos procesos, pues en jurisdicciones como la norteamericana, si no elevan la denuncia se pueden hasta perder la licencia para operar. De igual forma, los miembros del Consejo y los accionistas se ven obligados a notificar las irregularidades que observen ante la SEC (US Securities and Exchange Commission “SEC”), esto en el caso de que la denuncia interna efectuada haya sido ignorada por la empresa.

Siempre es importante recalcar que, en estos temas, la responsabilidad última recae sobre el Consejo de Administración, en su rol indelegable de ejercer una supervisión efectiva sobre toda la empresa, su gerencia, sus políticas y la efectividad en la aplicación de las normas, sobre todo aquellas que son de índole ético y conductual.

En este tenor, para que el proceso de whistleblowing pueda ser efectivo, la empresa necesita contar con políticas y canales claramente definidos que protejan al denunciante, garantizándole: a) absoluta confidencialidad por la denuncia efectuada; y b) la no pérdida de su empleo por este hecho. En dicho contexto, resulta muy beneficioso para la empresa el contar con una Política de Denuncia de Irregularidades que desarrolle de manera precisa los pasos y carácterísticas del proceso.

Aunado a lo anterior, es relevante destacar que, en el Reino Unido, existe una ley específica sobre el whistleblowing, la cual declara que un empleado que haya sido despedido de una empresa por realizar una denuncia sobre este tipo de irregularidades se interpretará como un despido injustificado. (Public Interest Disclosure Act)

A su vez, en los Estados Unidos de América, las leyes establecen el deber de los ciudadanos de denunciar cualquier violación que observen en este sentido, ante su (s) supervisor (es) en la empresa o, en ausencia de ello (s), ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (SEC). Justamente, el Dodd-Frank Wall Street Reform and Consumer Protection Act (Dodd-Frank Act), que modificó el Securities Exchange Act del 1934, establece lo siguiente:

  • Definición del término “whistleblower”: Individuo que provee información a la Comisión sobre la violación de las leyes sobre el mercado de valores, en la modalidad establecida por la Comisión para el efecto.
  • La potestad de la Comisión de entregar recompensas a los whistleblowers que de manera voluntaria cooperen en un proceso judicial.
  • Protección laboral: “Ningún empleador puede suspender, amenazar, discriminar o despedir a un empleado que haya denunciado de manera correcta las irregularidades”.

Un ejemplo de éxito en esta materia, y quizás el más emblemático, es el caso de Sherron Watkins, quien fungía como Vicepresidente de la empresa Enron Corporation: Cinco meses antes de que la empresa cayera en bancarrota, la ejecutiva trató de advertir a su fundador y director ejecutivo, Kenneth L. Lay, sobre sus preocupaciones de que la empresa estaba sumergida en una posible “ola de escándalos contables”. La señora Watkins terminó testificando ante las cortes norteamericanas sobre el caso, resaltando que, habiendo sido contable previamente, pudo percatarse de que los números y los libros no estaban siendo registrados correctamente.

En este juicio, salieron a relucir diversos aspectos de interés para este artículo: 1) Cómo la denuncia de la señora Watkins fue ignorada y enterrada por los ejecutivos de la empresa; 2) Los intentos de la empresa de despedir a la denunciante durante los meses posteriores a su denuncia; 3) La señora Watkins fue reconocida por haber testificado ante el Congreso Nacional sobre las irregularidades detectadas, mientras aún continuaba siendo empleada de la empresa, lo cual le mereció distinciones tales como ser nombrada “Persona del Año” por la revista Time Magazine.

Otro caso muy reconocido fue el relacionado con las denuncias efectuadas por el señor Harry Templeton sobre el mal uso que se estaba otorgando a los fondos de pensiones del Mirror Group Pension Fund. Las denuncias fueron enterradas por el propietario, Robert Maxwell, y el señor Templeton fue despedido de la empresa. Las irregularidades salieron a relucir muchos años después de la denuncia, habiendo sufrido la carrera del señor Templeton por este hecho. Entre las múltiples declaraciones realizadas por el señor Templeton en relación a este caso, y en favor del whistleblowing corporativo, se resalta la siguiente: “Si te atreves a soplar el silbato hoy (levantar la denuncia), podrías hacer una diferencia para todos nosotros (todos los empleados de la empresa) mañana”.

Indudablemente, contar con una estructura de gobernabilidad interna fortalecida se traduce en permitir e incentivar a todos los empleados a que se sientan libres de denunciar cualquier irregularidad, y es una señal de que la compañía se toma estos temas con mucha seriedad. Además, debe también sopesarse la contribución a minimizar los riesgos reputacionales de la entidad, al evitarse que los empleados que no cuenten con los mecanismos internos apropiados se dirijan directamente a los medios o a las autoridades gubernamentales a ejercer sus denuncias.

El mundo sufre mucho, no por la violencia de las malas personas, sino por el silencio de las buenas”.- Napoleón

FUENTES:

– Shilpi Thapar & Associates (www.shilpithapar.com)

– How the Whistleblower is Providing a Tutorial in Corporate Governance (www.forbes.com)

– Corporate Governance and Whistleblower Reform (www.sec.gov)

– Whistleblowing and the Importance of Strong Corporate Governance (www.bhcsecretaries.co.uk)

– Warning on Enron Recounted (www.nytimes.com)

– Workers Urged to Speak Out (www.news.bbc.co.uk)