Para febrero del año 2020, los dominicanos por primera vez, seremos confrontados para elegir a través de la modalidad del voto preferencial a los nuevos regidores, según el municipio que le corresponda. Este nuevo método, consignado en la Constitución de la república, permitiría un empuje al progreso de los municipios en sus zonas urbanas y rurales, al permitirles –a los votantes- el sufragio directo por el candidato de su preferencia. En decir, los munícipes, tendrán la capacidad de seleccionar a los líderes que ellos entiendan, les garantiza el interés colectivo y plural de su Municipio. «Naturalmente, este nuevo modelo frente al descontinuado sistema de arrastre, ofrece la garantía de que ninguno de los dirigentes de partidos políticos trataría de señalar o imponer, maniatar, presionar, reprimir, manipular o distraer la libérrima voluntad de los munícipes».
La constitución ha empoderado a los dominicanos, y en el 2020 elegiremos a los nuevos regidores por 4 años «2020 – 2024», de la mejor manera posible. No con ello quiero decir, que los actuales regidores son malos funcionarios; de ninguna manera. Ahora bien, el método de escogencia que implementará la JCE a través del voto preferencial para las elecciones municipales indicadas en la Carta Magna ayudará a identificar mejores perfiles en busca de candidatos idóneos para el buen desempeño de las complejas tareas que despliega la función municipal.
Una de esas tareas, es estar pendiente de los menesteres que más falta hacen en los barrios que corresponden a su demarcación. Estar pendiente significa, que el regidor es el alma del barrio, y a su vez, su protector e interlocutor ante los organismos nacionales e internaciones frente a posibles amenazas de contaminantes que dañarían al medio ambiente y la salud propiamente de la gente.
Para ilustrar, cualquiera de nosotros se ha encontrado, por lo menos una vez, con un camión contenedor de basura « Jeepers Creepers» a alta velocidad derramando aguas negras del furgón y dejando una mancha en toda la calle que transita y además, desde la cama arroja otros tipos de desperdicios contaminantes, más… ¨ ¡ese hedor insoportable!¨
En cuanto a la nueva modalidad del voto preferencial para regidores, su relevancia es consistente en los siguientes desafíos: Uno, sensibilidad humana. Dos, conocimiento y manejo de la problemática. Tres, adiestramiento y capacidad pedagógica. Cuatro, liderazgo y tolerancia (diversidad de convivencia). Cinco, empatía. Seis, autocontrol. Siete, sentido común… entre otros.
El legislador fue muy inteligente al introducir esta pieza con rango constitucional. Una excelente manera de custodiar la paz. En ese sentido, la democracia participativa se fortalece. Aumentan los niveles de confianza entre los candidatos y sufragantes y se obliga de una forma sutil pero determinante a cada candidato a no solo preocuparse por los males de su barrio, sino a ocuparse de dichos males hasta tener un desempeño óptimo y favorable para la colectividad y su entorno.