El sistema electoral dominicano con sus imperfecciones y desigualdades ha obligado a creer al electorado que las opciones válidas están solamente en los partidos mayoritarios y ese esquema antidemocrático que es preciso dejarlo atrás.
Algún día no muy lejano, tendremos la capacidad de juzgar a los líderes políticos de acuerdo a su accionar mientras estén en un cargo electivo, sin el favor de los votos clientelistas, ejerciendo un tipo de sufragio consciente.
Fraccionar el voto, eligiendo un candidato presidencial, uno municipal y congresual de un partido diferente es una opción interesante y permite que haya un contrapeso del poder político del partido de turno gobernante teniendo la capacidad de elegir personas para los diferentes cargos con criterios evaluadores.
En estos momentos el Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (CODUE), tiene la misión de educar en el voto en valores, un voto consciente que podría resultar en un “voto castigo” para aquellos que no fueron capaces de estar en sintonía con las aspiraciones del pueblo ni en sus valores o identidad.
Hay buenos dominicanos y dominicanas que pueden hacer un buen ejercicio en cualquier cargo electivo que están en los llamados “partidos pequeños”, con dignidad y decoro respetando los valores.
Sin embargo, el sistema electoral dominicano con sus taras, derivadas del abuso de los recursos del Estado y el clientelismo hace creer que la única opción viable para el poder son los partidos grandes tradicionales.
Todas las cosas tales como los líderes políticos malos, corruptos y poco representativos, y otras muchas pueden dejar de pasar si pensamos bien antes de dar nuestro voto por los candidatos y candidatas que nos proponen los partidos políticos y alianzas de partidos y analizamos sus propuestas.
Tal como se ha analizado anteriormente, el voto de los ciudadanos dominicanos está intervenido por muchos factores además del clientelismo y la compra de consciencia y es que se dejan arrastrar por la publicidad y la sobreexposición de ciertos candidatos en medios de comunicación o votan a “favor de” alguien porque algún familiar trabaja en el gobierno.
Ver valores y no colores es nuestra consigna. El proceso iniciado apenas comienza y es nuestra esperanza que el pueblo dominicano pueda romper la tradición bipartidista o tripartidista y ver otras opciones en cualquier otro partido sin importar el tamaño electoral que tenga.
Los candidatos a puestos electivos en este proceso electoral tienen la opción de firmar un pacto gestionado por el padre Luis Rosario, aquellos candidatos comprometidos con la vida y los valores, el próximo 22 de abril.
Allí esperamos una asistencia masiva de candidatos a cargos congresuales por los cuales se les puede favorecer con un voto consciente o informado que firmarán el pacto, demostrando que la sociedad dominicana cuenta con líderes que pueden defender sus principios.