La Constitución Dominicana en su artículo 2 establece que, “la soberanía reside en el pueblo, de quien emanan todos los poderes, los cuales ejerce por medio de sus representantes o en forma directa, en los términos que establecen esta Constitución y las leyes”.  Una de las formas de ejercer estos poderes por parte del pueblo de manera directa se nos presenta cada 4 años, con el ejercicio de nuestro derecho al voto. Con ese voto decidimos quiénes serán las personas que dirigirán los destinos de nuestro país y con ello también, en gran parte, el rumbo de nuestras vidas. Al final del día, el progreso individual de cada uno de nosotros depende, en muchas ocasiones, de la dirección que lleva nuestra nación, pues, queramos o no, las decisiones de nuestros gobernantes impactan de manera directa o indirecta en nuestro porvenir.

Este próximo domingo 5 de julio tenemos una nueva oportunidad de ejercer nuestro derecho al voto para elegir al próximo presidente y vicepresidente de la República para el período constitucional 2020 – 2024 y los próximos miembros del Congreso Nacional para el mismo período antes señalado. Este debe ser un día en el que reine la democracia y que al finalizar la jornada los resultados sean la voluntad del pueblo expresada en las urnas. Para que esto sea posible y los resultados puedan ser lo que realmente quiere la ciudadanía debemos ir a votar. Debemos ejercer este derecho tomando todas las medidas de higiene, seguridad y distanciamiento, pero, debemos hacerlo. Por ti, por mí, por la República Dominicana.

Sobre a quiénes debemos elegir, esta es una pregunta muy personal, cuya respuesta debe ser secreta, pero que a la vez debe significar los mejores intereses del país. Lo más importante es que a esas personas que elijamos realmente represente los valores, principios y cualidades que usted defiende y que usted entiende son los que deben regir en nuestra nación. El gobierno podrá ser dirigido en los próximos 4 años por el PLD, el PRM o la Fuerza del Pueblo, sin embargo, las consecuencias de las acciones del que resulte elegido de estos 3 partidos nos acompañarán a lo largo de la historia, sean estas positivas o negativas. Por esto, este 5 de julio más que un deber ciudadano, tenemos también un compromiso con la historia, con la hoja de vida de la República Dominicana, pues, nosotros, como ciudadanos decidiremos a quienes le entregaremos el control del Poder Ejecutivo y del Poder Legislativo.

Otro aspecto para tomar en cuenta, el cual es de suma importancia para los destinos de la nación: recuerde que usted puede fraccionar el voto, es decir, no es obligatorio elegir a un Diputado de un partido y al Senador del mismo partido. En este año 2020, tenemos la facultad de elegir al presidente y vicepresidente de un partido, al Senador de otro y al Diputado de otro partido distinto. Con esto no le quiero decir que fraccionar el voto es obligatorio, pero, sí quiero que entendamos que necesitamos que el Congreso Nacional ejerza su función de control y fiscalización, que no sea simplemente un apoyador de todas las actuaciones del Poder Ejecutivo.

Dicho lo anterior, también debo decir que lo no debemos hacer este próximo 5 de julio es votar por un beneficio personal. Pudiendo ser este beneficio de corto plazo, como vender el voto a cambio de una suma de dinero pagada de inmediato o, a largo plazo, a cambio de obtener una posición en el tren gubernamental o favores de carácter político. Esta es una práctica que debemos dejar atrás, que no debemos siquiera ponderarla. Esto no es ejercer el derecho al voto de manera libre. Esto es ejercer el voto de forma coaccionada por la contraprestación que usted estaría recibiendo. Actuando de esta manera no estará participando de la fiesta de la democracia de este próximo domingo, usted simplemente estaría asistiendo a una subasta a vender su voto a quien le represente un mayor beneficio, ya sea económico o personal. Vote con la firme convicción de que a quienes está eligiendo son quienes le representan un beneficio mayor no para usted, sino para el país.

Finalmente, desde este espacio expresar que nuestro mayor deseo es que este próximo domingo 5 de julio tengamos unas elecciones en paz, sin mayores inconvenientes, en las cuales la Junta Central Electoral funja de árbitro imparcial y que, a la vez, pueda ejecutar todas las medidas necesarias para preservar la salud de la ciudadanía.