“…Diseñar es hacer lo máximo con lo mínimo…”

Richard Buckminster Fuller ( Bucky).

Cuando en otras –múltiples- ocasiones hemos tocado el proyecto de la casa Dymaxion  lo hemos hecho desde perspectivas varias. Esta vez nos ocupa el asunto de presentar opciones de construcción industrializada y ligera de fácil manejo, montaje e incluso desmontaje, para su posible y posterior re-utilización, ya sea por elementos o como un todo.

Para Bucky, el hecho de conseguir el encargo y posteriormente producir las Dymaxion Deployment Unit (DDU) en los años 40, era agotar una etapa más de su proceso de investigación sobre unidades habitacionales para escenarios de contingencia y hasta como viviendas definitivas. En este caso esta especie de antecesora de la Casa Wichita, la DDU, serviría para alojar, en 200 unidades, a miembros del ejército norteamericano desplazados por motivos de la II Guerra Mundial, durante y después de la misma. Ver: https://www.bfi.org/about-fuller/big-ideas/dymaxion-world/dymaxion-deployment-units.

Dicho modelo;  tan rudimentario como un almacén de granos o silo y echo de chapa de acero grecada, sin mucho más aislamiento térmico que una capa de fibra de vidrio por el interior, y con ojos de luz, tanto en el techo como en cerramiento perimetral;  fue tomado por el autor – precisamente – de los modelos de graneros de los campos de Illinois. Optimizado y mejorado, esta especie de galpón para guardias, sería una especia de fase previa de la mencionada Casa Wichita. Esta evolución del modelo Dymaxion, la Wichita, sí que es un buen ejemplo de vivienda ligera e industrializada,  con tecnología para optimizar el consumo de recursos o lo que sería lo mismo, una declaración de principios de sostenibilidad, como ya hemos dicho en otras ocasiones. Ver: https://es.wikiarquitectura.com/index.php/Casa_Wichita.

Y hasta tipo furgón

Es una verdad incuestionable que estos modelos DDU, parecen cuartos de aperos o algo similar, y que no invitan a que una familia pueda vivir con dignidad en uno de ellos, pero si avanzamos hacia la  evolución, (La Wichita), si podríamos hablar de un modelo habitable, útil durante su tiempo de uso y desmontable, cuando se considere agotado su tiempo de utilidad. Esto último es uno de los  puntos que queremos tocar en esta serie de artículos.

Sin llegar aún a los híper-tecnológicos modelos del concurso Solar Decathlon, que son armables y desarmables, y vueltos a armar en sus lugares de destino final, tenemos ejemplos de casas furgones que si merecen la pena ser vividas, promovidas y explotadas como modelos habitacionales.  Tal es el caso de proyectos como La Furgovilla en Sto. Domingo,  del Arq. Pons, que siendo un proyecto más complejo que un simple furgón, hace mucho más que una declaración de intenciones con la utilización de estas unidades de almacenamiento,  como espacios habitables.   Ver: http://www.plataformaarquitectura.cl/cl/02-61186/furgovilla-daniel-pons.

Considerar la opción

Aunque la cultura de la varilla y el cemento en Dominicana nos impide observar objetivamente otros ejemplos y tecnologías constructivas, la arquitectura ligera tiene un espacio de uso actual – en otros escenarios mundiales (sociológicos, culturales y hasta climáticos)- que se puede tomar como referencia para aplicaciones locales de contingencia. No haremos una apología simple y sencilla de los furgones o de los modelos ligeros que estamos presentando, pero si esperamos dejar varios ejemplos, como los de hoy,  sobre la mesa y utilizar algunos de ellos para profundizar sobre las reales posibilidades de utilización en nuestro país.

Las ventajas son muchas, desde la optimización de costes en escenarios de contingencia, hasta el tema del ACV  (Análisis de Ciclo de Vida), posterior su utilización. Hoy llegamos hasta aquí, pero seguiremos con el tema…