La república Dominicana se ha mantenido por años sin una ley de Partidos y electoral que pueda regular el número de instituciones políticas en el país, pero tampoco una ley que regule el cumplimiento de los plazos en la contienda electoral.
Cada partido inicia y termina su campaña cuando le parece sin que ello signifique el menor rubor de quienes están llamados a regular el certamen. Pero lo que realmente me preocupa es la cantidad de partiduchos con pseudos líderes que viven del partidito que representan.
He afirmado que tenemos Partidos Políticos que pueden hacer un cierre de campaña con una pizza y un litro de Coca Cola y posiblemente queden pedazos. Para lo único que han servido es como bisagra de algún Partido mayoritario que envía votantes de su padrón a marcar el lugar del partidito en la boleta para que el mismo se mantenga en el sistema, solo así se justifica que el PLD, siendo en este momento el principal partido político ocupe el segundo puesto en la boleta electoral.
Esos partiditos viven de los recursos que les asigna la Junta Central Electoral, dinero que sale de nuestros impuestos, extraidos de nuestros bolsillos a trocha y mocha. Después, si el Partido a quien le sirven resulta ganador, vendrá el premio con algún Ministerio para que maneje una nómina y muchos recursos que también salen de nuestros impuestos.
De manera que vivimos manteniendo tajalanes que han aprendido muy bien el negocio de la política que aparentemente han sabido aplicar muy bien un refrán que ha creado la sabiduría popular expresado como oráculo por Jesús quien, supuestamente al ascender al cielo dijo “Me voy y los dejo, que el más sabio viva del más pendejo” y que Facundo Cabral ironizó con su humor negro cuando mencionaba que su abuelo le decía “Le temo a los pendejos porque son demasiado y hasta eligen al Presidente de la República”.