De entrada diremos que el Director para América de Human Rights Watch el señor José Miguel Vivanco, exhibió un informe de la organización que representa, muy cuestionable, sesgado y parcial, lo que provoca una reflexión del papel que deberían jugar las Ongs internacionales en materia de derechos humanos.
Ese informe que pretende explicar en unas cuantas páginas la ¨realidad¨ de los haitianos indocumentados en República Dominicana, supuestamente lo hizo un dominicano a quien no conocemos, es de por sí algo perturbador y dice mucho de la falta de identidad de la que adolecemos. Dicho informe hace generalizaciones falsas y sin ningún rigor científico.
De manera general digamos que parte de una premisa falsa: detalla generalizaciones que no tienen sustento y no destaca el pobre papel de las autoridades haitianas que le han negado a sus ciudadanos el dotarlos de sus documentos básicos de identidad.
Tomemos por ejemplo un párrafo de dicho informe para que nuestros amables lectores se den cuenta de lo que decimos: “El presente informe expone el contexto de la desnacionalización, detalla el objetivo elogiable de la Ley de Naturalización de 2014 así como sus fallas en la práctica, y documenta las expulsiones arbitrarias y los procedimientos legales cuestionables que han implementado diversas entidades gubernamentales en contravención a los objetivos anunciados por la ley. Estas prácticas siguen privando arbitrariamente a personas de su derecho a la nacionalidad dominicana y otros derechos asociados a la ciudadanía. A pesar de las carencias de la ley, en agosto de 2015 el gobierno ha dicho que comenzará a expulsar a aquellos que, como Rosanna, fueron desnacionalizados”.
Si pueden observar el llamado informe desinforma. Dice que la Ley de Naturalización tiene “fallas en la práctica” y “documenta expulsiones arbitrarias”, sin embargo no explica cuáles son las fallas en la práctica y de qué manera “documenta las expulsiones arbitrarias”.
Lo que es realmente preocupante que este “informe” también se canta y se llora al decir: La decisión del gobierno dominicano de adoptar (sic) la Ley de Naturalización representó un primer paso importante para intentar resolver la crisis de desnacionalización que subsiste en el país. Sin embargo, todavía queda mucho por hacer”. Entonces nos preguntamos, ¿Además de la falta de rigurosidad científica y de sentido común, debemos dar crédito a este informe anodino?.
Un verdadero informe técnico y especializado detalla y documenta casos con rigor científico, sin caer en conclusiones tremendistas y generalizadas, que es de lo que adolece el de Human Rights Watch sobre República Dominicana sobre los haitianos indocumentados.
Estamos en un nuevo despertar para la defensa del interés nacional ante campañas aviesas y cuestionables. El papel de la cancillería dominicana ha sido loable, no obstante el sesgo que heredó el nuevo canciller con diplomáticos poco capaces de jugar su rol.
Debemos estar atentos y no permitir pepelazos como el realizado recientemente por el señor Vivanco, que obstante una representación de una organización que ha quedado mal parada, primero en los criterios para la escogencia de sus funcionarios y segundo por la poca calidad de sus informes.