Tan pronto llegamos al Centro León, Oscar estaba en la entrada, como quien te da la bienvenida con una gran sonrisa; te sientes que has llegado a su casa; es una foto gigantesca y hermosa, la cual parece contar una historia y reflejar su interior; es la misma que encabeza este artículo.
Una vez adentro del centro sabes que has llegado al mundo de Oscar, estás en su momento “alfombra roja” (“red carpet”). El Centro ha entrenado personal para ayudarte a vivir con mayor disfrute la experiencia de la visita, lo que felicito, pues la hace más informada y agradable.
La visita es particularmente especial si la haces con tu hermana y grupo de amigas que comparten igualmente la alegría de apreciar la belleza que es capaz de crear el ingenio humano. Confieso que nuestra experiencia museográfica en esta visita no fue nada severa ni silenciosa, au contraire, fue sumamente libre y expresiva.
Un dato importante de la exposición, es que organiza la misma siguiendo una línea de tiempo, que permite apreciar la evolución del diseño, sus intereses de acuerdo a las épocas, el uso de materiales, los cambios de estilo, y vincular todo esto a la historia del arte en el país, o la historia en su mundo, el diseño de modas.
Por ejemplo, la cronología vincula el nacimiento de Oscar de la Renta (1931) a la apertura de la escuela de Celeste Woss y Gil (1932), maravillosa pintora nacional. En el 1946 Oscar ingresó a la Escuela Nacional de Bellas Artes, y en el 1947 Christian Dior mostró su primera colección, denominada “new look”.
El recorrido me fue revelado sin prisa, haciéndome percatar de que cada detalle fue cuidado con mucho esmero; para mí la museografía es impecable, a fondo de distintos tonos de negro, con rejuego de luces otorgando gran sofisticación al ambiente, transportándote al mundo de la alta costura, al mundo de Oscar. Este arte llamado “menor”, es exhibido en todo su esplendor por el Centro, y por ello felicito a los encargados de la curaduría y la museografía por tan exquisito trabajo.
El diseño de Oscar presenta una gama internacional, su influencia por lo tanto no es exclusivamente caribeña. Trasciende nuestras fronteras y se inspira en la vestimenta tradicional española o turca, dependiendo de la época. La riqueza de bordados, así como las precisiones de los pliegues en las telas, hacen de los vestidos verdaderas joyas textiles.
La muestra no se conforma con contarnos sobre el gran diseñador de modas, también incluye el reconocimiento que recibió Oscar durante su carrera. Nos transporta a su atelier, a su proceso creador.
El Centro León incluyó frente a cada pieza o instalación un recurso digital que facilita mayor información al visitante de una manera moderna. Destaco que en Charlotte no tenían esta facilidad digital.
La exposición integra además una experiencia sensorial completa, pues acompañando lo visual, en ocasiones escuchas la voz de Oscar de la Renta, o sientes como si estuvieras asediado por fotógrafos en la alfombra roja. Posee un área que estimula a los niños para integrar de forma vivencial la experiencia, y aprender un poco más sobre este dominicano excepcional.
La experiencia se completa con una sorpresa especial que cierra la experiencia sensorial, y única si la comparo con otras visitas a exposiciones de diseñadores de moda. No les doy más pistas.
Sin dudas la idea de presentar el “ser Oscar”, más que el “quehacer de Oscar”, es otra evidencia de la modernidad del concepto museográfico de esta exposición. Para conocer a una persona no basta con mirar su obra, hay que intentar entrar en su mente.
“La moda no sucede en las pasarelas,
sólo cumple su cometido cuando vive en las calles”.
Oscar de la Renta
El museo apela no solamente a los sentidos de los visitantes de esta exposición, sino a sus emociones y a sus mentes. Algunas de esas frases provocadoras y célebres de Oscar, que nos revelan que era una persona tenaz, soñadora, muy conectada a su entorno.
Un video cierra y concretiza el título de la exposición “Ser Oscar de la Renta” y que recomiendo dejar para el final. Se proyecta en el auditorio del Centro León. Una serie de entrevistas a personas que conocieron a Oscar, fuera de las cámaras y de su atelier, incluso en su casa de Punta Cana. Este video nos ayuda a completar el perfil de un hombre generoso, alegre, amante entrañable de su país, trabajador, pero que sabía disfrutar de la vida.
El teaser oficial del video se encuentra en el portal web del Centro León. Elijo no dejarles el vínculo acá pues estimo que la experiencia vivencial que nos ha preparado el museo se incrementa si uno mira el video directamente después de ver la expo, sin ver el teaser.
Siento que al observar su obra, noto que no hay nada perturbador, ni sombrío, o austero y pesado, todo es luz, color, movimiento, creada con rigor y esmero. Refleja enteramente su personalidad. El video me lo confirma.
Después de vivir ese hermoso homenaje que constituye la exposición “Ser Oscar de la Renta” en el museo Centro León de Santiago, siento que Oscar era un hombre dueño de un gran talento, laboriosidad y tenacidad; era sumamente poderoso y conocedor del alcance ese poder. Con todo ese poder e influencia eligió hacer el bien siempre que pudo, y por eso pienso que fue una persona excepcional.
La hermosa instalación del museo en honor a su memoria debe ser visitada por todo dominicano de toda edad, sexo, ideología.
Intuyo que éste también será un recuerdo que a mi hermana y amigas nos dibujará una sonrisa en la mirada.