"Una cosa más que podría ser el Apple Insider, el rumoreado iPod capaz de VISIONAR videos."

Resulta interesante darle un repaso a lo que está sucediendo con el verbo visionar en el seno del diccionario oficial de la lengua española.

La Real Academia de la Lengua Española le ha reconocido durante años la primera acepción que consta así: "creer que son reales cosas inventadas". Esas son las visiones de las que relatan los cuentos. Con esta no hay inconveniente.

En la edición vigésima tercera la RAE en su diccionario traerá una segunda acepción para el verbo: "Examinar técnica o críticamente, en una sesión de trabajo, un producto cinematográfico, televisivo, etc."

Con anterioridad la redacción era diferente, era de esta manera: "Ver imágenes cinematográficas o televisivas, especialmente desde un punto de vista técnico o crítico."

Lo que aparece de nuevo en la redacción es la sesión de trabajo. De todos modos lo que no consta en ninguna de las ediciones es el visionar de la suerte en cómo se lo emplea en la redacción reproducida como ejemplo criticado.

Lo que correspondía en el texto criticado era que se utilizara el verbo ver, tan sencillo como eso, porque ese es el verbo que se emplea para la televisión, las películas y los videos.

BARBOQUEJO – BABOUKET

La razón principal para llamar la atención de los lectores acerca de "barboquejo" es porque en el español dominicano ese término se destina a un fin específico.

El barboquejo dominicano comparte algunas características con el de uso general de la lengua española. El del español común es: "Cinta o correa que sujeta una prenda o correa que sujeta una prenda de cabeza por debajo de la barbilla".

Los rasgos comunes al español dominicano y  al general es que "sujeta" y "por debajo de la barbilla". Lo de la barbilla es una exageración o un estirón que se le da como se leerá más adelante.

En el idioma dominicano, sobre todo en los predios rurales, un barboquejo es una soga. La soga sirve para conducir animales mansos. Se pasa por la cabeza del animal y por debajo de la quijada.

En los animales acostumbrados a llevar brida no se les coloca entre los dientes, sino por fuera y por detrás de las orejas del animal. Cuando se procede de este modo es para evitar que la soga se salga fácilmente de la cabeza del animal.

Ahora bien, viene a cuento explicar ese jeroglífico que se encuentra en el título. Un baboukèt en criollo haitiano es una brida rudimentaria y en el Haitian English dictionary de Freeman y Laguerre (2000) se menciona que procede del español "brida amarrada".

Como Haití y República Dominicana son países que comparten una isla, son limítrofes, hay voces que han pasado del español dominicano a la lengua haitiana. Este baboukèt es un ejemplo al canto porque la acepción para los animales solo la registra el español dominicano.

Hay que admitir -para aceptar la relación-  que a los hablantes de francés o de haitiano les resulta muy difícil pronunciar la jota (J). De allí es de donde cortaron la terminación del español con el sonido de ca (K) y colocaron la E con el acento grave y le añadieron una T al final para rematar.

TRAQUEAR

Si se incluye este verbo en los estudios que se hacen en estas reflexiones acerca de la lengua es porque pertenece con todo derecho al español dominicano.

No todos los tratadistas dominicanos de la materia asientan en sus diccionarios el verbo traquear. Quien lo recoge a justo título es Don Emilio Rodríguez Demorizi en su citado volumen "Del vocabulario dominicano" de 1983. En realidad no registra el verbo sino el sustantivo de la acción, "traqueo", que denomina en qué consiste la acción del verbo.

Se reproducirá aquí lo que para traqueo trae la citada obra: "Procedimiento empleado por los galleros para endurecer los músculos del gallo y adiestrarlo en ciertos movimientos defensivos."

Don Emilio entiende que esta voz procede del verbo traquear en su sentido recto que es mover las cosas de un lugar a otro.

Los galleros dominicanos no pronuncian el verbo del modo en que se lee sino que dicen "traquiar". Para comprender en qué consiste este traqueo hay que recurrir a un libro especializado en la materia.

En la obra "Gallos y galleros" de José M. Pichardo reimpreso por la Sociedad Dominicana de Bibliófilos en 1985 se encuentra la descripción del traqueo. "Uno de los ejercicios más importantes para el adiestramiento de los gallos, además de los topes, es el que se llama "traqueo" (de traquear). Se embota al gallo que se desea adiestrar y se "jucha" (acuciar) con la "mona" o "chata" (gallo de inferior calidad) obligándolo a moverse de un lado a otro y a correr, durante algunos minutos."

Antes de cerrar esta sección hay que dirigir la atención al verbo "embotar" que en este caso es cubrir los espolones para que no produzcan daños. El "tope" es otra palabra que pertenece al habla de los galleros.

ORINE

"Todas dijeron que lo único que habían estado tomando eran píldoras de dieta y quedaron asombradas al escuchar que su ORINE tenía rastros de drogas."

Si se trata de encontrar la palabra del título en el diccionario mayor de la lengua se pierde el tiempo; esto así porque no aparece en ese lexicón. En lugar de esa palabra sí se encuentra el vocablo "orín" que envía a otro término del mismo catálogo, es decir, a "orina".

Una vez expuesto lo que antecede hay que buscar una explicación plausible para este "orine" del título. Es fácil entender porqué algunos hablantes del español usan esta palabra, más adelante se procede a explicar el asunto.

En los predios rurales era más frecuente oír el empleo del vocablo orín, y, como es natural el plural orines. A fuerza de repetir la palabra para referirse al líquido expelido a través de la uretra que casi siempre se nombraba en plural, muchos de esos hablantes terminaron por creer que el singular era "orine".

El asunto del "orine" ha llegado hasta tal punto que el Diccionario de americanismos de la Asociación de Academias de la Lengua Española (2010) lo consigna como tal, es decir, como americanismo de uso en Guatemala, Panamá, Cuba, República Dominicana, Colombia, Venezuela, Bolivia, Argentina, Ecuador y Chile.

El diccionario mencionado arriba entiende que ese vocablo es de poco uso. Hay que estar de acuerdo con esa aseveración porque los medios modernos de comunicación han introducido un ritmo acelerado de uniformidad a la lengua y han precipitado la desaparición de muchas voces.

A pesar de lo aseverado en el último párrafo, no es menos cierto de aún se puede escuchar en las zonas rurales que alguien padece de "mal de orine".

CONTROLES Y BALANCES

"…se debe fortalecer el sistema de CONTROLES Y BALANCES que supervisa las acciones de todos los ejecutivos y empleados de la institución".

Esta combinación que aparece en el título y destacada en la cita con toda certeza procede del inglés de los Estados Unidos. Ese sistema es considerado uno de los pilares de la democracia de ese país. Es la interacción que existe en el seno del sistema norteamericano de gobierno.

En inglés siempre aparece en plural checks and balances, de allí es de donde procede que lo hayan usado de ese modo en el español del pasaje citado.

No todos los diccionarios coinciden en la traducción, por lo tanto hay que ser cautelosos antes de aceptar una de ellas. El diccionario Harper Collins Spanish Dictionary (inglés-español-inglés) trae para lo de la constitución de los Estados Unidos  "frenos y equilibrios de una constitución".

Lo del equilibrio se puede aceptar como bueno, pero con respecto a lo del freno hay que analizarlo para encontrarle una mejor adaptación. La palabra control es más adecuada a la situación o al fenómeno que se describe sucintamente con las dos voces.

La mejor selección para traducir al español el sistema a que se refieren los norteamericanos con sus dos palabras es "controles y equilibrios". El vocablo equilibrio se propone como más acertado porque traduce mejor la idea. Ese término es sinónimo de contrapeso, contrarresto y armonía. Es pues "controles y contrapesos", y de la interacción de esos dos se logra el equilibrio.

Para que se entienda lo que significa el sistema, es el que permite -mediante la división de poderes y el conjunto de relaciones entre estos y los diversos organismos públicos y otros centros de poder- impedir la concentración y el abuso en el ejercicio de este.

SESGO

". . .y en unas seis horas puedes llegar a Puerto Rico -me comentó con un SESGO de esperanza en su sonrisa-".

Se hace necesario examinar aquí lo que significa este sesgo, porque se tiene la impresión de que está mal empleado, que es un error involuntario del redactor.

No cabe duda de que los labios pueden dibujar un sesgo -torcerse- como se acostumbra a decir y escribir en el español común.

El vocablo sesgo ha ido cobrando un matiz oscuro, envilecedor como se comprueba al evaluarse las significaciones que posee en la lengua corriente. Tiene cuatro acepciones que denotan negatividad. Como se dejó entrever ya, es "torcido". Es torcimiento de una situación. El peor de los significados es "corte o medio término que se toma en los negocios dudosos".

Como sesgo es torcido u oblicuo no parece afortunado eso de esperanza oblicua. Cuesta mucho trabajo de las meninges el tratar de interpretar este tipo de mensaje.

Lo que quizá quiso escribir –y no escribió- el redactor fue "rasgo" en el sentido que pertenece a esa palabra como expresión viva, facción del rostro o peculiaridad.

Naturalmente falla quien escribe de esta manera porque al lector no se le debe colocar en la situación de tener que adivinar las expresiones que no constan en los escritos para darle sentido a lo mal redactado.