De forma arrolladora el virus del Zika continúa  su implacable periplo por las américas, superando cualquier expectativa sobre su rápida expansión y llamando la atención por las graves secuelas  que va dejando en poblaciones  vulnerables como son las madres embarazadas y adultos mayores.

De acuerdo a la actualización epidemiológica de la OPS del 17 de enero, el virus del Zika está circulando ahora en 18 países y territorios de las Américas, cuando hasta el 1 de diciembre solo se había reportado en 9 países, es decir en tan solo 45 días duplico el número de territorios y se incrementó exponencialmente el número de afectados por síndromes neurológicos y anomalías congénitas.

Estos países que aún no incluyen los estados unidos, en donde ya se han reportado casos no autóctonos de viajeros que estuvieron en otros países, plantea la poca efectividad que tiene el prohibir el traslado de personas de un sitio a otro, cuando la presencia del mosquito Aedes Aegypti, trasmisor de la enfermedad, se ha encontrado en todos los continentes y se ha considerado que solo Islandia y el ártico podrían finalmente quedar exento de lo que desde ya se plantea, como la primera gran  epidemia con carácter global para todo el planeta.

En los países afectados llama la atención el evidente incremento de casos con el síndrome de Guillan-Barré. Un tipo de parálisis ascendente que produce inmovilidad y discapacidad total y su desenlace puede ser fatal

Aunque sus síntomas y signos que presentan las personas afectadas son muy parecidos a los del Dengue y la Chukungunya con fiebre, malestar general y dolor muscular y articular, dos signos claves del Virus del Zika lo hacen diferenciarse en la mayoría de los casos: la presencia de un rash eritematoso o salpullido parecido al ocasionado por el sarampión que va desde la cara al cuello, hombros y tórax y una conjuntivitis no supurativa que marca los ojos con un intensa irritación y color rojizo.

Un dato importante lo es el incremento de nacimientos de bebes con microcefalia, una extraña condición que hace que los bebes nazcan con un perímetro craneal menor de los normal por lo que su cerebro no se desarrolla de forma adecuada e implica casi siempre un retraso mental.

Actualmente durante una semana en Brasil, el número de niños con malformaciones congénitas pasaron de 3174 casos a 3560 y las cifras siguen en aumento. Ese incremento es de 20 veces con relación a las cifras previas a la circulación del virus.

En los países afectados llama la atención el evidente incremento de casos con el síndrome de Guillan-Barré. Un tipo de parálisis ascendente que produce inmovilidad y discapacidad total y su desenlace puede ser fatal. Solo en el Salvador en donde suelen aparecer alrededor de 14 casos por mes, la incidencia de esta enfermedad se disparó a 46 casos entre el 1 de diciembre y el 6 de enero. Estos hallazgos son coincidentes en tiempo y espacio con el ZIKV y son una clara advertencia de lo que podríamos tener circulando entre nosotros a partir de ahora.

¿Qué porcentaje de los infectados podría desarrollar esos síndromes neurológicos o cuantas embarazadas podrían resultar con daño para sus criaturas? Realmente es una pregunta que aún no se puede contestar; pero persisten en las consultas medicas de nuestros hospitales  pacientes con dolores articulares producto de una artritis crónica, desencadenada a partir de haber padecido del virus Chikunguya, lo cual nos manda una clara señal de que si no contamos con adecuadas medidas preventivas, es posible que el impacto del ZIKV pueda ser más contundente, dadas sus secuelas invalidadantes sobre la población y el freno que puede tener sobre nuestras posibilidades de desarrollo como nación.

No existe vacuna ni tratamiento específico para el virus del Zika, llenarnos de temor tampoco es una opción. La firme postura de realizar tareas responsables de adecuado saneamiento de nuestro entorno y afianzarnos en una cultura de prevención, son las armas más importante con que podemos contar hasta ahora. Del impacto en nuestra sociedad la economía y el desarrollo humano hablaremos en nuestro próximo artículo.