Es en el siglo XIX donde se desarrolla el movimiento artístico y cultural que se conoce como Romanticismo. En medio de cambios sociales, políticos y económicos, el arte se vio influenciado por todo lo que estaba sucediendo. Ansia de libertad, subjetivismo e individualismo, rebeldía, imaginación y fantasía, identificación con la naturaleza, valor por lo nacional y lo popular, fueron algunas cosas que caracterizaron la época en el arte.

La música no fue la excepción dentro de las Bellas Artes  y para muchos el Romanticismo Musical es la época más brillante de la historia de la música, porque ésta brilla por encima de las otras manifestaciones artísticas. Es aquí que nacen los grandes virtuosos, siendo Niccolò Paganini (1782-1840), el primer gran virtuoso. Pero con éste hubo otros grandes en el instrumento durante este tiempo.

Heinrich Wilhelm Ernst (1814-1865) Violinista y compositor moravo, considerado el mejor violinista de su época y sucesor de Paganini. Niño prodigio del violín, que comenzó a estudiar a los nueve años. Viajó por toda Europa, interpretando sus obras, compuestas a un estilo único. Admirador de Paganini quien conoció en el 1828 y se presentó con éste en el año 1837 en Marsellesa. En 1859 funda el Cuarteto Beethoven Society con Joseph Joachim, Henryk Wieniawski y Carlo Alfredo Piatti. Los últimos años de su vida se la pasó en Niza componiendo y es en ese ciclo que compone sus “Estudios Polifónicos”.

Henri François Vieuxtemps (1820-1861) Violinista y compositor belga, el más célebre representante de la Escuela Franco-Belga. Gran virtuoso del violín, famoso por su extraordinaria brillantez en sus recitales, siendo alabado por Robert Schumann. Comenzó su carrera a los seis años de edad, continuó sus estudios con Beriot, a quien sustituyó en la cátedra en el Conservatorio de Bruselas. Una parálisis lo retiró de los escenarios.

Joseph Joachim (1831-1907) Violinista, director de orquesta, compositor y profesor de violín austrohúngaro. Considerado como uno de los violinistas más influyentes de la historia y conocido por la elegancia de su fraseo y por la expresividad de la línea. Protegido de Félix Mendelssohn. Muchos conciertos para violín fueron escritos y dedicados para él. Estrenó el concierto para violín, así como el doble concierto, ambos de J. Brahms.

Henryk Wieniawski (1835-1880) Gran virtuoso y precozmente dotado del violín, nacido en Polonia. Representante de la Escuela Franco-Belga, impartió clases en el Conservatorios de San Petersburgo, por invitación de Antón Rubinstein, con quien realizó una gira mundial con más de 200 conciertos y en el Conservatorio de Bruselas, sustituyendo a Henri François Vieuxtemps. Uno de los más eminentes violinistas de su época, sobresaliendo de los demás virtuosos por la firmeza de su personalidad y la seguridad técnica. El Concurso Internacional de Violín Henryk Wieniawski fue creado en 1935, a los cien años de su natalicio. La segunda emisión en 1952 y desde entonces se celebra cada cinco años.

Pablo de Sarasate (1844-1908) Violinista español, el más célebre de toda la historia. Su fama y prestigio internacional fueron determinantes para que el violinista y compositor francés, Edouard Lalo, le dedicara el concierto en Fa y la Sinfonía Española, Bruch su segundo concierto y la Fantasía Escocesa, Wieniawski su segundo concierto,  Joachim las variaciones para violín y orquesta, Saint-Säens su tercer concierto y Dvorak su “Mazurek”. Su sonido fue uno de los más claros, dulces, refinados y elegantes de su tiempo.

Eugène Ysaÿe (1858-1931) Violinista, compositor y director de orquesta belga. Estudió en Bruselas con Wieniawski y en París con Vieuxtemps. Se convirtió en el violinista más importante de su época. Desarrolló una sonoridad única, transmitió al siglo XX la tradición de Wieniawski y Vieuxtemps, pero abandonando los excesos del Romanticismo. Fue el pionero de la escuela moderna de violín. Fue el concertino de la Orquesta Benjamín Blise, hoy Filarmónica de Berlín. En ese tiempo,  Ysaÿe llamó la atención de muchos músicos influentes como: Joseph Joachim, Franz Liszt, Clara Schumann y Antón Rubinstein con quien realizó giras de conciertos. Muchos compositores le dedicaron obras, como es el caso de Claude Debussy, Camile Saint-Säens, César Frank y Ernest Chausson. Aceptó en 1922 el puesto de Director Permanente de la Orquesta de Cincinnati. Se convirtió en el consejero musical de la Reina Isabel de Bélgica. Como compositor es recordado por las “6 Sonatas para Violín solo” Op. 27 que establecen el gran intérprete que fue Ysaÿe. Con una gran dificultad técnica, en donde la polifonía, técnica del acorde, del arpegio, de doble, triple y cuádruple cuerda con las que da dos, tres, cuatro, cinco y hasta seis sonidos casi simultáneos. Carl Flesh dijo, que Ysaÿe era “el más relevante y distinguido violinista que he oído en toda mi vida”, opinión que compartieron grandes violinistas de una generación posterior que lo idolatraban como Kreisler, Thibaud, Szigeti y Enescu.