En mi artículo precedente, sobre la Escolaridad de los Pueblos,  expresé:

¨ Otro aspecto que resulta altamente preocupante es la falta de retroalimentación entre los modelos educativos dominicanos y el entramado empresarial criollo. La transversalidad que debería existir entre la demanda y oferta de capacidades para la industria solo ha experimentado tímidas iniciativas auspiciadas por los gobiernos de nuestra sinuosa existencia republicana¨. O sea,  la importancia de la transversalidad que debe existir entre las universidades y los sectores productivos nacionales.

1-Un poco de historia

La vinculación, entre las universidades y los sectores productivos de la economía, fue promovida por las corrientes globalizantes del siglo XX. En América Latina, esta promoción fue sustentada principalmente por los organismos regionales, tales como la CEPAL, el BID, etc. Además, también pusieron su granito de arena, organismos internacionales al nivel del FMI, el BM, el BIRF y la OCDE.

El desarrollo más significativo de esta iniciativa global se ha dado en Asia, donde Taiwán, Malasia y Singapur han establecido esta vinculación como el elemento fundamental para sus plataformas de desarrollo nacionales.

No podemos pasar por alto el acontecer de esta iniciativa en los Estados Unidos de Norteamérica.

Desde hace ya varias décadas, las empresas privadas, de esta gran nación, han donado extensas áreas, a las instituciones académicas de alto perfil, para que estructuraran programas de Desarrollo e Investigación (R&D). Se crearon grandes enclaves científicos, de donde partieron significativos aportes a los procesos productivos y al aumento de la productividad. Enclaves como Palo Alto, en California; Texas A&M; MIT, en Massachusetts, son solo algunos ejemplos.

NOTA: Sólo del MIT han salido más de 1,800 empresas-proyecto, que en la actualidad han generado más de1,200,000 empleos. El Valor Neto Agregado (Net Worth) sobrepasa los US$5,000,000,000.00

2-Elementos y Factores Atenuantes

Antes del ¨despegue¨ de esta iniciativa, el rol vinculante entre el sector productivo y el académico no tenía un común denominador.

El principal obstáculo para crear este común denominador, lo consistió el enfoque primordial del costo laboral versus su productividad, bajo esquemas de trabajo cuestionables.

Esta percepción ¨académica¨ chocaba irremisiblemente con los intereses de las empresas y los dueños de los capitales de las economías. Sin embargo, también es justo decir, que los canales de comunicación eran prácticamente inexistentes y sus posibilidades estaban saturadas por el recelo entre las partes (Liberales v/s Halcones). Lo anterior, se debió principalmente al desconocimiento de los vectores intersectoriales de desarrollo y sostenibilidad económica y financiera; sólo el surgimiento de una ¨oportunidad de negocio¨ podría romper esta inercia.

Cuando las empresas, a través de ¨corresponsalías¨ académicas, inician la búsqueda de nuevos talentos, para mejorar la calidad y productividad de estas, es cuando se inicia un verdadero dialogo, donde surgieron los elementos y las bases de esta Vinculación.

También fue un factor muy importante el hecho de que había que buscarles una salida laboral a todos esos egresados, de excelentes calificaciones y destrezas, dentro del aparato productivo de las naciones industrializadas. En resumen:

Las leyes de la Demanda y Oferta cumplieron con sus postulados y propósitos.

 Además, las inmersión  de las grandes corporaciones aportaron los recursos necesarios para el desarrollo de las grandes innovaciones tecnológicas y representó un gran  brinco cualitativo enorme, que en apenas dos décadas, compone más del 80% del acervo tecnológico actual.

3-Políticas y Mecanismos Primordiales

Todo proceso exitoso conlleva una impronta dinamizante y consecuente. La Vinculación, NO es un proceso espontaneo, por el contrario, exige un cambio de actitudes y conceptualizaciones; se necesita, por lo menos, que:

  1. Se acepte el razonamiento, de la post modernidad, de que las Universidades no son solo enclaves de conocimiento didáctico y especulativo. Debe existir una política de apertura hacia TODOS los sectores de alto impacto económico/social de las naciones.
  2. Se rompa con las estructuras burocráticas anquilosantes, que sean reacias a los procesos de Vinculación, tanto en la academia como en el sector Publico.
  3. Se aprovechen los fondos de desarrollo y patrocinio, nacionales e internacionales, para que las universidades se esmeren en diversificar su Oferta Académica, incorporando departamentos de Investigación y Desarrollo, orientados a la estructuración de planes y proyectos, de corto y mediano plazo, enfocados en el empredurismo y focalizados en las comunidades más desposeídas. Esto elevaría el nivel de empleo y la demanda de bienes y servicios.
  4. El Estado y el sector empresarial deberían fomentar una política viable, para el desarrollo de pequeñas y medianas empresas, que sirvan de suplidores de insumos básicos, bajo esquemas de producción desarrollados por las instituciones académicas. Esta impronta económica permearía también al sector de zonas francas, el cual vería con mucho agrado estas iniciativas.
  5. Se debe crear un Banco de Datos, multisectorial, donde las empresas e instituciones académicas puedan tener acceso para poder demandar u ofrecer tecnologías viables y probadas. Además, también se puede contemplar un intercambio de información entre sus pares de América Latina.

Para las instituciones académicas criollas, estos cinco presupuestos y condicionamientos supondrán un giro de casi 360 grados en sus fueros académicos y administrativos. Tal es así que, si no se adoptan políticas y programas de Investigación Aplicada en sus ofertas académicas, los beneficios que podrían derivarse de estas ofertas quedarían en manos de unos pocos tecnócratas y enclaves tecnológicas intrarregionales. Esta concentración encarecerá enormemente los costes de investigación y mermaría grandemente el acceso de estas innovaciones a las pequeñas y medianas empresas, aumentando el nivel de exclusión social que existe hoy día.