Muchas de las aseveraciones de Donald Trump parecen verdades de Perogrullo de lógica barata. Anoche traté de descifrar sus peroratas y constaté con asombro que razones no le faltan.

Hasta ahora los medios televisivos se habían encargado de hacerle propaganda sin él gastarse ni un centavo. De hecho, de los cinco billones y medio de dólares invertidos en propaganda de campaña, a él le ha salido casi gratis. Por lo menos eso es lo que él mismo ha dicho.

Sin embargo, después de las primarias el orden del producto parece haberse invertido en su contra. De golpe y porrazo, como poniéndose de acuerdo, los medios televisivos están haciéndole propaganda a la inversa.

La tortilla parece habérsele volteado y ha comenzado a descender en las encuestas, sobre todo después de haber incitado a los cabezas calientes de la extrema derecha, sugiriendo que Hilaria está en contra la “Segunda Enmienda” de la Constitución (derecho de los ciudadanos a poseer armas) y que “ellos saben muy bien qué hacer con ellas”. Eso se ha interpretado como una instigación a la violencia.

“Solamente el 15% de los medios son justos conmigo”-dijo por Fox News.

“Los demás canales están siendo injustos conmigo y tergiversan todo lo que digo, aparentemente favoreciendo a Hilaria Clinton, como cuando la acusé a ella y a Barack Obama de ser los verdaderos fundadores del Estado Islámico”.

“Preludiando las noticias”-continúa diciendo- “los medios dicen que estoy mintiendo al decir que Barack Obama e Hilaria son los creadores del Estado Islámico”. “Dicen que esa es una acusación falsa, sin tomarse la molestia de indagar sobre las verdaderas causas detrás de la creación del Estado Islámico”.

“El vacío de poder dejado después del retiro de las tropas estadounidenses de Irak”-dice- “fueron uno de los detonantes que causaron la fundación del Estado Islámico”. “Eso lo sabe todo el mundo, junto a la intervención en Libia (auspiciado activamente por Hilaria cuando era Secretaria de Estado), inmiscuyéndose en el conflicto de Siria a favor de un segmento de terroristas yihadistas apoyados por Arabia Saudita”. “Eso fue precisamente lo que dio cabida a la formación del Estado Islámico y esa es la verdad monda y lironda”. Estas son sus palabras textuales y razones no le faltan.

“Se espera un crecimiento económico de menos del 1.2% para este próximo año y eso es inaceptable”- continúa diciendo. “Tenemos que exigir el retorno de nuestras transnacionales y hacer que vuelvan a invertir en suelo estadounidense, poniendo en actividad productiva a nuestra clase trabajadora”.

“Let’s make America great again” (hagamos a América grandiosa de nuevo). Eso dice y repite a cada rato.

Es cierto que dice generalidades sin ofrecer ningún plan concreto de gobierno que valga la pena. Pero eso mismo hace exactamente Hilaria Clinton en sus apariciones multitudinarias. Todo se limita a promesas demagógicas como esta: “Trust me, I will take care of America” (tengan fe en mí, yo me ocuparé de América). Son generalidades sin ningún fundamento.

Esto hace que analistas como Craig Houlett, afirmen alarmados que “estos dos personajes son los peores candidatos a la presidencia en toda la historia política de los Estados Unidos”.

Otro de los planteamientos de Trompo Loco es que él se encuentra en mejor estado físico que Hilaria. “Para gobernar a los Estados Unidos de América se necesita una gran cantidad de estámina y yo me encuentro mucho mejor que Hilaria. Ella ha estado bajo tranquilizantes gran parte de su vida”.

¿Qué gran “proyecto de Estado” es este?

“Nuestro país se ha convertido en un país del tercer mundo bajo gobiernos como los de Obama. Ya es hora de que cambiemos de rumbo. Una administración bajo la dirección de Hilaria, sería más de lo mismo, la repetición de los dos gobiernos de Barack Obama. Tenemos que hacer un cambio”.

Estos pronunciamientos los hizo en Pennsylvania donde, de acuerdo con él, se han perdido 68,000 puestos de trabajo. Y terminó diciendo: “Hay que obligar a Méjico a que costee la gran muralla divisoria anti-inmigrantes en nuestra frontera, para evitar la entrada de indeseables”.

Dice esto, a pesar de que el gobierno de Enrique Peña Nieto ha expresado su negación rotunda a tal disparate.

Estas “verdades” de Donald Trump (Trompo Loco) parecen de Perogrullo. Sin embargo, se están convirtiendo de repente en verdades que hacen aún más efímeras sus oportunidades de convertirse en el próximo presidente de los EEUU.

Es solo cuestión de tiempo.