En esta ocasión he querido referirme al tema de la reforma tributaria y su conveniencia en medio de las circunstancias en que vivimos, comparándola con la venta de activos propiedad del Estado Dominicano.

El presente año 2020 se puede catalogar de muy malo económicamente, no solo para nuestro país, sino para el mundo entero, debido a la pandemia provocada por el Covid-19 que obligó el cierre de un gran número de establecimientos y otros tantos que se vieron muy limitados en sus horarios, etc., y por demás de la diminución de ventas en la mayoría de las empresas, y el Gobierno no escapa a esta situación, ha perdido ingresos, los cuales ha sustituido con financiamientos.

Con la finalidad de aumentar los ingresos tributarios el Gobierno ha comenzado a hablar de ejecutar una reforma tributaria para el próximo año 2021 y no para el 2022 como se había dicho.  Esto implicará un aumento de los impuestos, en todos los sentidos, de la base ( hacer que más personas y productos paguen impuestos ) y una disminución o eliminación de exenciones. Lo que provocará falta de liquidez en las empresas y en las personas físicas, porque simplemente tendrán menos ingresos y mayores gastos. También la inflación irá en aumento porque los costos serán mayores.

Como el presente año ha sido tan malo, y el próximo parece ser semejante, proponemos dejar para el 4to. año de gobierno esa reforma tributaria. Proponemos la obtención de los fondos que se necesitan para seguir operando, inclusive crecer, y además pagar deuda pública interna y externa, con la venta de activos.

Proponemos que se vendan muchas de las empresas, como por ejemplo las EDES, Punta Catalina, Banco de Reservas, entre otras. Ciertamente el gobierno no necesita de estas empresas para operar, ni siquiera el banco. También proponemos que sean ampliadas las áreas turísticas, principalmente de playas, con algunas de las áreas protegidas ( parques nacionales ), las que se puedan, porque sus condiciones así lo permiten.

En la venta de un Parque Nacional debemos ser muy cuidadosos porque la mayoría de ellos incluyen en su interior nacimientos de ríos, a los cuales no debemos ponerles las manos. Pero hay otros, como el Parque Nacional del Este o Parque Nacional Cotubanamá, bien conocido por el que suscribe, que no cuenta con nacimientos de ríos, pero si con manantiales que pueden utilizarse para suplir de agua los hoteles que le queden cerca. También el Parque cuenta con cuevas, que en su interior existen enterramientos indígenas, que pueden ser arregladas y destinarse a visitas turísticas, ya que dicho Parque cuenta con muchas y preciosas playas.  Lo que proponemos es liberar las costas para fines turísticos, concentrado el Parque en el centro construyendo sendas para visitar las cuevas,

El Parque Nacional del Este fue expropiado mediante el Decreto No, 722 de abril de 1975, y, si la memoria no me falla, no ha sido pagado a sus legítimos propietarios, por lo tanto se pudieran hacer negociaciones donde una parte del dinero sea entregado a los propietarios y otra al Gobierno, o el Gobierno desinteresar  primero a los propietarios y negociar sin apuros.

En fin, con la venta de estos activos estoy seguro que el Gobierno tendrá un crecimiento del turismo y tendrá dinero para operar sin necesidad de seguir tomando prestado, inclusive para pagar la deuda.