No puedo decir ahora que estuve indeciso, pero definitivamente estoy seguro de que penosamente me equivoque. La oración anterior es una suerte de recomposición a la circunstancia del fenómeno Trump de la frase: “Hace tiempo estaba indeciso, pero ya no estoy tan seguro” de Bascoe Pertwee, un escritor del siglo XVIII.
Como ya había publicado, Acento del 22 de julio 2016, entendía que la llegada del Sr. Trump a la presidencia de los Estados Unidos era resumible en la frase del Prof. Miguel Tenorio, Phd: “Es posible, pero no probable.” Lo improbable pasó, quizás por la Ley de Murphy? No se, pero soy de los que no salgo del asombro. Todo pasa por algo, ahí se pudo conjugar la rabia de algunos y el hartazgo de otros entre dos candidatos cuya calidad como tal dejo mucho que desear.
Los casi 60 millones de votantes, que se decidieron por Trump, no son sólo hombres, fascistas, caucásicos, ignorantes, pobres o sureños, blancos, anglosajones y bautistas (swab, por sus siglas en inglés). Poco más del 42% de esos votantes fueron personas del género femenino, gentes con instrucción, incluyendo negros y latinos. Los 60 millones y algo de votos marcados a Hillary no sólo fueron emitidos por negros, inmigrantes de todas las razas, intelectuales, artistas y otras minorías.
Ya, a partir de enero próximo, será el presidente del país más poderoso del mundo y con eso una gran responsabilidad recae sobre sus hombros, pues no será saludable que tome desiciones basadas en la emotividad que da el momento y luego retractarse diciendo que era broma. Se le debe respeto, pero asimismo, en la misma proporción debe respetar a todos los seres humanos, de lo contrario generará muchos malos ratos y las trincheras que se les abrieron por la flama lascerante de su discurso ofensivo a grupos étnicos, a las damas y LGBT pueden tornarse negativas para un mandato exitoso. Pues debe gobernar para todos.
No se me ocurre como hará que los mexicanos paguen el prometido Muro. Con aranceles especiales a quienes crucen las fronteras? Al parecer desconoce que muchos cruzan hacia el norte todos los días a trabajar a costa de un salario bajo que ayuda a la productividad de las empresas norteamericanas y que además, el mercado buscará equilibrio que no necesariamente será ventajoso para los EUA.
Con las promesas de deportaciones, tendrá que crear campos de concentración para lograr repatriar la cantidad de inmigrantes ilegales que ha dicho y disponer de una partida presupuestaria significativa ya que dudo que los países de origen de los deportables, asuman el costo de los regresos. A esto, por otro lado, aumentaría el flujo de ilegales, pues es sabido que un número significativo de ilegales aprendidos y devueltos, intentan regresar.
Las promesas relativas al proteccionismo, como de alguna forma apunté, puede tender a incentivar el empleo, pero no necesariamente la competitividad. Todo implicaría un replanteo fiscal profundo, que pueden tender a debilitar sectores económicos sensibles.
Todo lo anterior, a todas luces, sólo es posible bajo un esquema de Demagogias. Sólo nos queda orar para que la tendencia neopopulista de derecha que está primando como parte de la evolución socio-político-económica del mundo no tienda a un fascismo postmoderno que será, como siempre, nocivo para las mayorías humanas.
Veremos cómo su pragmatismo manejará las promesas del ilusionismo de un aislamiento, vía el rompimiento de tratados comerciales y sellando las fronteras.
Estoy seguro que es un tipo listo y sabe que no se puede gobernar para unos cuantos, que es difícil gestionar una sociedad dividida, más aún si se margina a grupos por su raza, preferencias sexuales, religiosas o por el género. Gobernar es procurar justicia social para todos, promover la inclusión mediante la aplicación constante del abanico de oportunidades para todos los seres humanos.
Ganó el conservadurismo, influido por un populismo derechista ilusorio, contra una contrincante que se mantuvo arriba, según las mayorías de las encuestas, pero nunca creció de manera significativa. No superó un techo, que dado el particular sistema de conteo de votos norteamericanos, que le garantizara volver a la Casa Blanca. Esta vez como presidenta.
Le deseo y pido a Dios lo mejor para los Estados Unidos, para su gente, para ese gran país al que admiramos y respetamos. Su influencia es y continuará siendo de mucho peso para el mundo y lógicamente para la economía de nuestro país.