El último documento a destacar tiene como título ‘’las consideraciones acerca de los proyectos de reconocimiento legal de las uniones entre personas homosexuales’’ (2003). Este documento está dirigido a los Obispos y Políticos Católicos del mundo, en él se resumen ya los anteriores documentos citados en los artículos anteriores y tiene como propósito defender el concepto de familia.

El Vaticano sigue manteniendo un discurso de desaprobación de la homosexualidad pero una total condena a la discriminación contra estas personas. El documento exige a los Obispos y Políticos Católicos a enfrentar el avance de legislaciones de uniones de personas del mismo sexo a través de diferentes mensajes. Además el Vaticano ofrece argumentos en el orden racional, biológico, antropológico y jurídico para oponerse al matrimonio igualitario y la adopción de niños por parejas del mismo sexo. Las consideraciones concluyen con un llamado al cuerpo eclesiástico a elevar su voz en cualquier situación de promoción de una ley similar y manda a los políticos aliados a votar en contra de dichas legislaciones o a proponer leyes que disminuyan el efecto de las mismas (Vaticano, 2003).

Este llamado fue escuchado y lo hemos visto en diferentes manifestaciones a nivel global en contra de cualquier reivindicación a favor de las personas LGBTI.

El Vaticano tiene amplios recursos económicos y políticos que pone en ejercicio para oponerse en los países que fue impuesta la religión cristiana por el proceso colonizador y donde existe actualmente una feligresía considerable, sin embargo aún ante la imponente muestra de poder, el movimiento LGBTI a través de la lucha ha logrado la aprobación de leyes, en otros casos ha obtenido resultados favorables a través del poder judicial en la tutela de sus derechos a la igualdad y no discriminación, así como también ha logrado la implantación de políticas públicas gracias a gobiernos de izquierda que enfrentan el poder eclesiástico.

En resumen estos tres documentos analizados explican el posicionamiento que mantiene el Vaticano respecto a los derechos humanos de las personas LGBT. Que podríamos resumir en 1) Protección del concepto de la familia como la unión de un hombre y una mujer para procrear; 2) Negación a la positivización del derecho a la no discriminación por orientación sexual; 3) Condena a los actos de violencia y discriminación a personas homosexuales; 4) Negación al matrimonio igualitario, adopción de niños y otros derechos que en la actualidad las personas LGBT no pueden acceder por vacíos en las leyes o por expresiones literales en las mismas.

Estos posicionamientos son defendidos en todos los países del mundo donde el Vaticano tiene influencias políticas, a veces incluso olvidando su condición de Estado (incoherente) utiliza el discurso de la soberanía para oponerse a sugerencias de otros Estados que promueven el respeto a los derechos LGBTI, como es la estrategia utilizada por la Iglesia Católica en República Dominicana.

Los posicionamientos del Vaticano son cuestionados por racionamientos jurídicos, científicos e incluso teológicos. Es importante que quienes trabajan a favor de la defensa de los derechos LGBTI y quienes les apoyan conozcan los argumentos de quienes se les oponen en orden de ejercer un contra discurso de resistencia y poder.