Continuamente se hacen preguntas, conjeturas, observaciones, análisis, y declaraciones acerca de la “sexualidad humana”, y éstas deben ser analizadas y respondidas.
Consentimos en que fue Dios, la Divina Omnipotencia Creadora quien hizo todo lo existente en el universo. Los que habitamos la Tierra nos gustaría tener conocimiento y claridad mental sobre muchas cosas, especialmente saber ahora el intríngulis de la “sexualidad humana”.
“Dios creó el hombre y la mujer a su imagen y semejanza”. (Génesis 1:27). El Creador vio que todo lo que hizo era bueno.
Hay dificultad en determinar y aceptar los casos de personas con parafilias, por ser un patrón de comportamiento sexual en el que predominan actividades atípicas, que suelen ser tomadas como contra natura, inmorales, y pecado; más, es aconsejable considerar la recomendación del Apóstol Pablo, al decir: “Dios no nos ha dado un espíritu de temor, sino un espíritu de poder, de amor, y de buen juicio”. (II Timoteo 1:7. DHH).
Imperan cambios permanentes en todo lo que existe en el mundo. En este momento histórico hay unas variaciones en la conceptualización, comprensión y trato de los LGBTI (Lesbianas, Gais, Bisexuales, Transexuales, Intersexuales); esto consiste en la manera de ver y entender lo concerniente a las cuestiones de la sexualidad humana.
¿Cómo considerar y catalogar un ser humano de cuerpo físico de hombre, pero psicológicamente piensa, actúa y se autoestima como mujer? Igualmente; ¿Cómo clasificar a una mujer de cuerpo físico, pero piensa y actúa como hombre?
Son muchos los casos en el mundo de LGBTI, que desde siempre han existido; pero, este argumento se ha abierto a la sociedad, y la condición de estas personas exige reconocimiento, respeto y el justo trato inalienable de los derechos humanos. El hecho de tener una condición o una variación de la función sexual, no debe ser diagnosticado como enfermedad, ni ser vestigio de estigma moral.
Cuando Dios hizo a los seres humanos condicionados en dos sexos definidos como “macho y hembra”, eran buenos; cómo se puede pensar, catalogar, y señalar ahora que las personas LGBTI son entelequias trastornadas, aisladas, perseguidas, prejuiciadas, y de injusto trato. Entonces, ¿Estas personas no fueron creadas por Dios? ¿Surgieron de una fuente extraterrestre, o demoniaca?
No es fácil el discernimiento entre el cuerpo físico del hombre o la mujer, cuando él o ella piensa y se comporta con psiquis del sexo opuesto.
Para algunos, las variantes en el comportamiento sexual de los individuos, se debe a tendencias de preferencias personales, y/o por influencia social; pero para otros esos estados físicos-psíquicos son naturales en la persona, como los casos que una persona es zurda (siniestra) o derecha (diestra), o ambidiestra; pues, esta condición es inherente, propia de la esencia misma del ser. Ser zurdo o ambidiestro es una condición inherente. No es una condición rara, disfuncional. El que es zurdo (siniestro) es normal; así también, como el diestro.
Hay quienes creen que la diversidad de la personalidad se adquiere por selección personal y deseo, por influencia externa, o se cultiva por decisión propia, por incidencia, o por influencia ambiental; pero más bien puede ser una característica con que se nace.
A veces, se piensa que las variantes de las tendencias sexuales, que no son las usuales, son por falta de correspondencia entre un cuerpo y la psiquis del ser humano. En otras palabras, es porque el cuerpo físico del varón o de la hembra se manifiesta en comportamiento no pertinente a su sexo.
Se han concebido ideas acerca de lo que es la sexualidad humana y el género que caracteriza cada caso. En muchas mentes se han creado conceptos formulados por la tradición, la influencia religiosa, más pueden carecer de aportes objetivos de las ciencias médicas y psico-sociales.