En los últimos años el fútbol dominicano ha escalado posiciones en el ranking FIFA, -hasta el puesto 87 del mundo y número 10 de la Zona del Caribe- y de esto se ha hecho eco nuestra federación para resaltar sus “logros”. Muchos, -como yo- han visto este “avance” en la clasificación con escepticismo por diversas razones

La primera razón para la incredulidad es que estamos por encima de El Salvador, país que nos eliminó de la clasificación al Mundial Brasil 2014 y que participó además –clasificándose- en la Copa de Oro 2013 en los Estados Unidos. Sí, sabemos que el coeficiente se mide por los partidos ganados y perdidos, que los empates con rivales más fuertes también otorgan puntos. Pero si tomamos en cuenta que nuestro país sólo jugó contra un rival más arriba en el ranquin (El Salvador) y perdió los dos partidos (3-2 y 1-2), quedando en el segundo puesto de la tabla, entonces no se explica de dónde sacó los puntos para superar a El Salvador.

Además, los salvadoreños no perdieron un solo encuentro en esta fase, y posteriormente en la ronda cuatro se enfrentaron a Costa Rica y México. Frente a los costarricenses perdieron como local 1-0, y como visitante empataron 2-2; y contra los mexicanos perdieron los dos encuentros 2-0 y 1-2. Ninguno de estos partidos fueron goleadas, o victorias cómodas para sus rivales, y terminaron con cinco puntos y en tercer lugar en este grupo.

También estuvo la participación en la Copa Oro, en la cual jugaron tres partidos terminando con récord de 1-1-1. Sólo pudieron vencer a los haitianos, empataron con Trinidad y Tobago y perdieron contra Honduras (número 5 en el ranquin FIFA de la CONCACAF).

Por su parte, los dominicanos jugaron el amistoso denominado Copa Quisqueya, le ganaron a Haití (3-1) y perdieron otro partido frente a Costa Rica 4 a 0. ¿De dónde salen los puntos? ¿Cuál es el avance del fútbol dominicano al nivel internacional si la clasificación al mundial ha sido un fracaso?

Si la FIFA toma en cuenta el Proyecto Goal es incluso peor. En diez años sólo se ha construido un estadio para prácticas y acomodado otro cimentado en el 2003. Ambos con las condiciones mínimas para practicar el deporte. Y si por otro lado, el ascenso se otorga por la forma de juego, entonces, deberíamos estar muy por debajo de El Salvador. El fútbol de nuestra selección –aunque le moleste a muchos– es primitivo. Se basa en la ultra-defensa y la búsqueda de pelotazos o jugadas individuales.

En su visita a República Dominicana, Joseph Blatter, presidente de la FIFA, dijo que íbamos bien, por buen camino. Bueno, si para llegar a donde estamos se necesitan 30 años, pues sí vamos por buen camino. Pero considero que se necesita una reforma ya de la propia FEDOFUTBOL, y del deporte.

Los dirigentes de la selección deben ser personas con mucha experiencia y noción del fútbol al nivel mundial. Esto sin disminuir el trabajo del actual técnico Domingo Clemente Hernández, que por lo menos ha organizado a los muchachos y sacado resultados “aceptables”.

La Liga Mayor necesita también incentivos, los estadios tienen que repararse y mantenerse con grama para jugar fútbol, no con hierba de terrenos baldíos. Hay datos que expresan que el 92% de los ingresos del fútbol (2,986 millones CHF) provienen de los derechos televisivos y en Latinoamérica, se le suman a esos fondos, los aportados por las transferencias de jugadores a ligas europeas. Nosotros estamos a años luz de esto, y aunque exportamos jugadores, no vemos ni aprovechamos bien los recursos adquiridos.

El cambio tiene que empezar ahora para ver si en el 2018 podemos –al menos– participar en la ronda cuatro de la clasificación al mundial. Y para que el deporte, que sigue demostrando que tenemos el talento, crezca, y para que no se estanque como suele ocurrir. Las pruebas están ahí: muchos dominicanos ya juegan en el exterior. Víctor Núñez, nacido aquí está a unos cuantos goles de convertirse en el máximo anotador de la liga costarricense. Heinz Barmettler ya debutó en la Primera División de España, Tano Bonnín lo ha hecho con las inferiores del Valencia CF y por ahí hay muchos más que juegan en Suiza, Bélgica, y otros países.

Hace tiempo que es hora.