La mujer es una madre admirable.  Ni los problemas, ni las escasez o el stress del trabajo interfieren con su dulce y amoroso trato hacia sus tres hijos.  Cual si fuera una campeona de nado olímpico, se mantiene a flote ante la turbulenta marea de su vida.  Tiene olas que la golpean desde el lado de su propia madre, con constantes críticas y desaprobación.  Otros embistes se dan en la oficina, con pirañas que devoran su reputación para que no crezca en su puesto.  Pero, las brazadas más cansonas, son a causa de la corriente en contra que le genera su propio marido.

El hombre, para definirlo, debemos citar Santiago 1:8El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.  Sin embargo, este no es de doble, sino de quíntuple y hasta de 1000 ánimos a la vez.  No sabe lo que quiere en la vida!  Y, sin embargo, es lo suficientemente macho y arrogante, como para pretender que él tiene derecho a levantar la barita y ordenar que todos toquen en la orquesta de su vida, aunque sea un magistral desorden.  Lo resultante es para nada armonioso!  Hizo de su matrimonio un triángulo, pues impuso una amante en la ecuación.  Con el tiempo, tuvo hijos aquí y allá, y en ninguna parte hay un hogar, sino un campo de batalla.  Por supuesto que “el dinero no me alcanza para ayudarte” es la forma como afronta sus obligaciones de proveedor.  Al final, es capaz de llamar por teléfono diciendo que no ha comido bien en días, que si tienes una comida caliente en casa, que le puedas ofrecer al “pobrecito desafortunado”!  Con este elaborado drama, impuesto ya como costumbre o ley, se ha hecho experto en el arte de la manipulación.  Las mujeres y los hijos, se debaten en los enredos, mientras él los tira de un lado para otro cual marionetas.  Le  gustan los conflictos, pues les convencen de ser irresistible ante las mujeres.

No te preocupes, yo no te voy a dar problemas, decía justificándose.  Además, yo ya le dije a aquella loca que te respete aunque yo no esté ni con ella ni contigo, dijo cual si fuera un héroe

Sin embargo, la realidad es que, tanto las hijas como la esposa anhelan paz y libertad.  El frecuente “tú me dices y yo te digo”, entre ella y la amante, ha llegado a un punto asqueante.   Yo no puedo traerte otra vez a esta casa, ni como inquilino y mucho menos como pareja, le dijo al hombre, la última vez que intentó apelar a la pena, para que lo dejara traer sus maletas, cuando la situación con la amante se tornó insoportable.  Es temporal, pues me voy a ir para otro estado, le dijo buscando imponerse.  Para cambiar y poner en orden mi vida, tengo que alejarme por completo de todo, y no mirar atrás.

Lo siento, le dijo la mujer haciendo uso de fuerzas prestadas.  Sí porque ella había consultado a una amiga, pidiéndole que viera el espectro del asunto desde afuera, y le dijera si era sabio o no abrirle otra vez las puertas de su casa.  Bajo ninguna circunstancia, le dijo la homóloga.  Si no lo haces por convencimiento propio, hazlo por el bien de tus hijas.  ¿Haz analizado el ejemplo que les estás dando?  ¿Te gustaría que ellas terminaran sus vidas en relaciones tan tóxicas como esta? Un rotundo NO! Le salió del alma, despertándola a una realidad no vista antes.  Entonces, tienes que entender que hasta ahora has sido una marioneta, y que con cuentos y penas, te han llenado la voluntad de hilos.  Cuando a él le conviene, te utiliza, cuando se les despiertan las ganas por la calle de nuevo, se le olvidan todas las promesas.  Entonces, ya es hora de que te veas a ti misma como Dios te ve, como una mujer valiosa, importante, un pilar de hogar ante tu familia.  Córtale los hilos al manipulador y pon un alto real y definitivo a esta comedia!

El hombre se fue, no sin antes tirarle otros hilos, (deteniendo el proceso del divorcio) para tener por dónde halarla en el futuro.  No bien estaba ella respirando la victoria que suponía el que se haya ido lejos, cuando sonó el teléfono a altas horas de la madrugada.  Me devolví, dijo el hombre veleta, haciendo uso de sus dotes de inconstante.  ¿Y qué pasó con el nuevo trabajo, con la nueva vida, y con el alejarte para no vivir envuelto en los problemas?  Preguntó ella frustrada con lo breve de su bienestar.

No te preocupes, yo no te voy a dar problemas, decía justificándose.  Además, yo ya le dije a aquella loca que te respete aunque yo no esté ni con ella ni contigo, dijo cual si fuera un héroe.  Amiga, yo respiré profundo y le dije, en mi casa no te quiero ni de visita.  Cuando vengas a ver a tus hijos, te devuelves de la puerta. ¿Entendiste?  Y no, no tengo una comidita caliente para darte.  Vete para el McDonald o dile a tu “Loca” que te cocine.  Esas respuestas no son las que él esperaba, molesto porque su marioneta había cortado los hilos, le dijo: Esto no se queda así, sabes?  A mí me gusta jugar con las mentes de las personas.  Ella ni se molestó en reaccionar a la provocación, pues estaba armada con las palabras reveladoras que le habían dicho: Tú fuiste la esposa, no la mujer del momento.  Tú no fuiste quien desbarató un hogar, no eres la que tiene hijos en la calle.  Por tanto, date tu lugar, y termina de una buena vez ese divorcio.  Pon los puntos y aparte, para que salgas del triángulo.  Una vez libre, tendrás las puertas abiertas a nuevas y mejores posibilidades.   …con un hombre que me de amor de verdad y no tormento!  Dijo completando la frase con un brillo de sueños en los ojos.  Yo siempre he tenido el temor de dar el paso, por eso de que los Cristianos no se divorcian.  Dios no espera que seas mártir y que se distorsionen tus hijos en el entendimiento de lo que es el matrimonio, le explicó la amiga.  Ora, ponte en paz con Dios y tus decisiones.   Y sí, creo y sé firmemente que Dios tiene mejores cosas para ti y tu familia.

Proverbios 1:10Hijo mío, si los pecadores te quieren seducir, no consientas.

Efesios 5:11
Y no participéis en las obras estériles de las tinieblas, sino más bien, desenmascaradlas;

Deuteronomio 13:8
no cederás ni le escucharás; y tu ojo no tendrá piedad de él, tampoco lo perdonarás ni lo encubrirás,

Salmos 50:18
Cuando ves a un ladrón, te complaces con él, y con adúlteros te asocias.

Proverbios 16:29
El hombre violento incita a su prójimo, y lo guía por camino que no es bueno.

Bendiciones!