Para el asombro de todos, la clase política, que una y otra vez es desleal y casi siempre traiciona a su pueblo, decidió enfrentar la ocupación de Valle Nuevo, una de las graves amenazas que minan las bases de la existencia en el tiempo de la nación dominicana, que por el simple hecho de estar en esas alturas provocan la destrucción de ecosistemas, el abatimiento de fuentes acuíferas estratégicas y con el uso de la tierra, además de la destrucción de hábitats, causan deslaves que terminan colmatando las presas con los suelos donde debían crecer los bosques.
Valle Nuevo es una meseta con más de 2 mil metros de altitud, que posee una biodiversidad única en el Caribe, es un territorio complejo, extremadamente frágil con un alto endemismo florístico. Está secuestrado y sus secuestradores, en vez de pedir perdón y explicar que no “sabían lo que hacían”, buscan torcer la novedosa voluntad de los políticos, para seguir en su daño o exigen el pago de un alto rescate para liberar el territorio secuestrado. Pero el tiempo se agota y las previsiones científicas sobre el Cambio Climático Antropogénico nos caen arriba.
Es la emergencia climática que está desalojando a los que han secuestrado a Valle Nuevo y a otros “pro hombres” que ocupan diferentes zonas frágiles del territorio nacional. El tiempo se agota y es la realidad del Cambio Climático, motor de la sexta extinción de especies que está viviendo la Tierra, el que está planteando la agenda, el que se coloca como transversal en nuestras vidas personales y en la existencia de las naciones, queramos o no, somos uno de los componentes de la naturaleza, existimos porque ella existe y nuestros países son fuertes o no según ella lo es, somos sanos si ella está sana.
Todos los ecosistemas de las diferentes regiones de la Tierra son frágiles, pero el de las islas es el más frágil que existe, las islas poseen un alto endemismo en todos los órdenes y un sinnúmero de climas y microclimas que mantienen las bases que sustentan la vida. Es lo que presiente el imaginario popular cuando dice: “cada niño nace con su pan debajo del brazo”, cuando los latifundistas ocupan y transforman esos ecosistemas, le quitan a cientos de miles de niños el pan que trajeron debajo del brazo. Con la recuperación de Valle Nuevo y otras zonas protegidas de nuestro territorio insular, por primera vez la clase política en el poder muestra voluntad para defender “gratis” los intereses de la patria.