Mi novio y yo tenemos una situación bien particular. Yo escritora y él músico. Decir que vamos a morir de hambre, a todas las personas que nos preguntan a que nos dedicamos, puede ser más que una broma. Elegir la vida de arte implica riesgo. Y aún más en los tiempos de hoy, cuando lo práctico sirve como si lo práctico paga.
Ya no estamos viviendo en el siglo del Renacimiento cuando algún talento artístico, o la voluntad de dedicarse a alguna profesión creative, más que a alguna profesión aprendida nos podía hacer ganar un patrocinio, riqueza y fama. Tampoco nos permite ganar lo preferido de los artistas de los tiempos aquellos, la fama “post-mortem”. Ahora lo que cuenta es finanzas, negocio, comprar barato, vender caro. Montar empresa, ofrecer servicio, oferta, demanda, dinero, dinerito, dinerazo.
Por lo tanto mi aún creciente respeto a los que eligen la ruta distinta. Los que, aún cuando recuerdan lo práctico y el hecho de que la familia debe comer y pagar gastos, no se olvidan de sus pasiones. Aún más respeto mío para ellos, que no dejan hundirse la fe en si mismos y nunca paran de progresar en lo creativo, lo estético y lo inspirador que pueden ofrecer al mundo. La inspiración sirve para el mismo artista pero creo que al mismo tiempo puede motivar a los demás y eso no tiene precio ¿Que sería del mundo si no hubiera arte, si no tuviéramos también lo no-tan-práctico en nuestras vidas? Y, por favor, seamos honestos, lo necesitamos todos, no solo los adolescentes exaltados y sobre-emocionados.
Yo toda la vida leía libros como si comiera caramelos. Pero para ser más actual ahora no puedo vivir sin mis series. Veo un producto, claro, que vende y que gana dinero. Pero, ¿sería posible eso sin alguien que haya tenido un sueño de escribir y contar historias, expresar emociones? Claro, la definición de arte es mucho más exclusiva, pero en este caso no me importa. Crear es crear, puede ser para entretenimiento o para una catarsis artística y espiritual.
Tampoco puedo vivir sin música, y sé que todos ustedes tampoco. Imagínense el silencio. Dicen que hablar es plata, pero el silencio es oro. Vaya disparate. Pueden imaginarse las citas románticas sin música? La radio sin música? La ciudad que está llena de habladores pero que carezca de melodía? Carnaval de discursos y sin baile? Bodas de comida y silencio pesado como hierro? Lo que básicamente quiero decir es que si todos fuéramos bancarios el mundo este estaría tan, pero tan aburrido…
Todos utilizamos arte, todos disfrutamos de la creatividad. La tele en familia, el cine con su pareja, la radio en el carro, los clubs del sábado, las pinturas en sus casas, el diseño de sus cocinas, las fotografías de sus eventos especiales, las citas de sus libros preferidos. ¿Qué si el arte es necesario para sobrevivir? No. Pero tampoco lo es el chocolate. O el amor.
Entonces en este corto artículo les pido una reflexión sobre todos aquellos que dedican su tiempo a crear, a perfeccionar lo bello y emocional, a inspirar, muy a menudo sin ayuda o sin esperanza a una vida económicamente fácil. Les pido más respeto para todos aquellos que en vez de ir a lo fácil, a lo diseñado como si fuera un business plan de la empresa, se desvían de la ruta hollada, pisoteada y tan segura. Les pido a los padres de los niños con talento, darles la oportunidad de comprobarse en su área, antes de mandarles a estudiar management de la empresa o finanzas y contabilidad.
También he escrito este artículo para dar más motivación a los que se encuentran en la lucha artística día a día porque saben lo que quieren, es decir ser feliz en vez de cómodo. He escrito este artículo inspirada por mi novio, el músico cantautor, que no deja de darme fuerza e inspiración en una realidad tan implacable como la que todos nosotros vivimos ahora. Quien con su vida bien planificada derivó en lo artístico. Y claro, todos trabajamos para vivir, no hay nada malo en eso y no lo critico nada de nada. Pero lo que él nunca olvida es que lo importante es seguir también en lo distinto, seguir siempre en sus sueños.
Mi respeto para tí no termina nunca.
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PS. Le invito muy cordialmente a celebrar la lucha artística en conciertos de J.T Perez Gautreau en los días: 9, 16 y 23 de abril en Casa de Teatro y 26 de abril en Hard Rock Café – Santo Domingo