No es coincidencia de que a pocos dias de la celebración del día de los derechos humanos muera una mujer que representa la lucha de los derechos humanos en una población marginada y excluida, Sonia Pierre.

La vida de Sonia Pierre estuvo muy vinculada a su historia y a su origen como mujer dominicana de ascendencia haitiana que logró visibilizar la situación de tantas mujeres y hombres que son discriminados y excluidos en la sociedad dominicana por su negritud y por su origen haitiano.

El cuestionamiento continuo de la nacionalidad de Sonia Pierre se convirtió en muchos casos en un intento de enarbolar una falsa bandera de la nacionalidad o de la identidad nacional en la que se ha establecido una frontera entre los dominicanos y los dominicanos de origen haitiano lo que no ocurre con otros grupos dominicanos que naciendo en nuestro territorio tienen padres/madres de otras nacionalidades como pasa con los grupos de origen libanés, chino, cubano, español, italiano y otros…

La muerte de Sonia Pierre deja muchas dudas sobre lo que puede ocurrir o no con la lucha por los derechos de la población de ascendencia haitiana y sobre la visibilización de las distintas formas de discriminación que sufre esta población en muchos rincones de nuestro país.

Sonia Pierre vivió diversas situaciones de discriminación y violación de sus derechos como mujer dominicana de ascendencia haitiana. Estas situaciones que sufrió en su piel Sonia Pierre están presentes hoy en la vida cotidiana y afectan a niños, niñas, jóvenes y personas adultas que son dominicanas de origen haitiana, algunas de las violaciones de los derechos que sufre esta población son las siguientes:

Negación de una identidad La muerte de Sonia Pierre se produce en un momento en que miles de personas de diferentes edades que han nacido en el país y que tenían hasta hace poco sus documentos que los definían como dominicanos se han quedado en el "limbo" y de repente han perdido su nacionalidad y su identidad, despojados de su identidad y de sus derechos en su propio país.

Negación del derecho a la educación. Una gran cantidad de niños, niñas y jóvenes son excluidos de los centros educativos porque no tienen actas de nacimiento o porque no han podido renovar sus actas de nacimiento porque se les niega esta renovación.

Negación del derecho a condiciones laborales dignas. La población dominicana de ascendencia haitiana que no tiene documentos no puede exigir mejores condiciones laborales ni respeto a su dignidad. Tienen que aceptar situaciones de explotación y negación de sus derechos.

Sometimiento continuo a la violencia verbal y física. Son muchos/as los/as niños y niñas que nos cuentan en diferentes estudios que son humillados y maltratados por sus compañeros/as o por vecinos/as que con frases como "maldito haitiano" o "arrayano" los excluyen de muchos espacios.

Estas violaciones que sufre esta población eran parte de las motivaciones de la lucha de Sonia Pierre y su muerte deja un gran vacío para esta población que veía en ella el rostro público de lo que ellos sufren. Los derechos de esta población necesitan ser reivindicados y reconocidos por la sociedad dominicana porque no han muerto con Sonia Pierre, están presentes y necesitan ser respetados.

Este artículo fue publicado originalmente en el periódico HOY